La política saca a flote lo peor del ser humano.
Mario Vargas Llosa (1936-?) Escritor peruano
El acuerdo con el PRI no fue solo para sacar la reforma que permite a los militares seguir en tareas de seguridad pública hasta 2028, sino para relanzar la frustrada reforma eléctrica y, sobre todo, para impulsar la electoral. Es Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, quien así lo asegura.
Mientras, Alejandro Moreno, dirigente priísta, advierte que no hay tal. En particular, que no hay ningún acuerdo con la 4T para impulsar la reforma electoral lopezobradorista.
Posiciones abiertamente encontradas. ¿A quién creerle?, ¿quién dice la verdad? En apariencia, difícil la respuesta, porque a cual más de impresentables, a cual más de señalados por corrupción, a cual más de carentes de todo sentido de ética y honestidad personal y política. Puestos en la balanza de la decencia, ni a cuál irle. Pero está claro que los dos no pueden mentir simultáneamente.
¿Y entonces? Pues nada, que aquí López Hernández está hablando con la verdad. Punto. Por supuesto que el tristemente célebre Alito está a merced de López Obrador y de la 4T. El amago que desde Palacio Nacional se le formuló en ocasión de la votación sobre la militarización de la seguridad pública, votos priístas o cárcel, desde luego que no se iba a reducir a ese momento y asunto arreglado. Para nada.
El acuerdo fue que esa votación fuera solo el inicio del PRIMOR, porque a partir de ahí Alito y los suyos deberían respaldar cuanta iniciativa consideren prioritaria López Obrador y Morena. Solo un ingenuo iba a suponer que votando por la militarización el PRI quedaba a mano y libre para volver a la oposición. La corrupción de Alejandro Moreno y de buena parte del priísmo es del tal dimensión, que le alcanza a la 4T para mantenerlos tomados del cuello por mil años. Ni hablar, cuando la cola es tan larga hay que pagar las consecuencias.
Alito busca medio lavarse la cara haciéndose el digno, al rechazar que haya acuerdo para que el PRI apoye la reforma electoral con la que sueña AMLO: aniquilar al INE y volver a los priístas tiempos en que el gobierno organizaba, desarrollaba y definía elecciones, con el obvio resultado por todos conocido.
Raro en él, pero ahora López Hernández sí dice la verdad. A un chasquido de dedos del amo López Obrador, Alito, cual can fiel, obedecerá y se sumará gustoso al aniquilamiento del INE y por ende de la democracia en México, o lo que es lo mismo, a la instauración plena y formal de la dictadura de la 4T. Todo sea por no ir a parar a la cárcel. Si no, al tiempo. Y a la pesadilla todavía le quedan 718 días.
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