Ningún hombre es tan bueno como para gobernar a otro sin su consentimiento
Abraham Lincoln (1809-1865) Presidente de Estados Unidos
El gobierno lopez obradorista tiene la oportunidad y, siendo estrictos, la obligación de inaugurar su Guardia Nacional en un estado que ha visto regresar la presencia del crimen organizado a niveles que parecen fuera de control: Michoacán.
Este martes, se tiene contemplada la presencia de la cabeza de la Guardia Nacional, Alfonso Durazo, en Apatzingán, para echar a andar un operativo contra la inseguridad en el estado; pero habrá que precisar que ello se tenía contemplado desde hace varios días, es decir, antes del recrudecimiento de la violencia en Uruapan y, sobre todo, en Zamora a partir del viernes anterior.
Por eso, ya con los hechos de Zamora encima, el operativo de este martes en Apatzingán no puede ser mero formulismo ni discurso oficial rutinario; la Guardia Nacional tiene menudo reto en Michoacán para enviar una señal de firmeza y solidez al crimen organizado, más allá del patético “abrazos, no balazos” con que el presidente López Obrador pretendió suponer que su sola presencia, su solo “liderazgo” mesiánico, redundaría en que de buenas a primeras los malos se volvieran buenos.
Es de suponerse que esa absurda frase, como aquella otra de que el Gobierno ya no combatiría a los delincuentes, a la espera de la redención de éstos, haya sido una de las clásicas ocurrencias lopez obradoristas, pero que al menos en el tema de la inseguridad y la criminalidad provocada por los cárteles, no se correspondan con la realidad, y antes bien, la Guardia Nacional y su cabeza Alfonso Durazo, tengan una estrategia concreta para enfrentar el fenómeno.
Y, repito, por la coyuntura, Michoacán es el escenario perfecto, sin que eso signifique que en otras partes del país las cosas estén mejor; empero, las manifestaciones de poder del cártel jalisciense en Zamora, evidencian que es hoy por hoy, el más importante en México y el que con mayor énfasis reta al estado.
Por eso será clave escuchar a Durazo este martes; en términos de lucha contra la criminalidad, el estado puede marcar a la Guardia Nacional, para ver si ésta es de verdad o mera patada de ahogado de un gobierno que no tiene la menor idea de cómo empezar ese combate.
Desafortunadamente, muchos creemos lo segundo, aunque esperaríamos lo primero. Veremos.
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