La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestra el comportamiento del mercado laboral mexicano. Esta ofrece datos mensuales de la población económicamente activa (PEA), la ocupación, la informalidad laboral, la subocupación y la desocupación.
En junio de 2025, la tasa de participación económica (porcentaje de la población que se encontró trabajando, o que no tuvo empleo, pero estaba en la búsqueda activa de uno) se ubicó en 59.8 %, mismo porcentaje que en junio de 2024.
La tasa de desocupación se situó en 2.7 por ciento. En el mismo mes de 2024, fue de 2.8 por ciento.
La tasa de subocupación (porcentaje de población ocupada que buscó ofertar una mayor cantidad de tiempo de trabajo en su ocupación actual o en un empleo adicional) se estableció en 7.4 por ciento. En el sexto mes de 2024, fue de 7.5 por ciento.
La tasa de condiciones críticas de ocupación —a partir de salarios mínimos equivalentes, base enero de 2025— fue de 32.7 por ciento. En junio de 2024, fue de 37.7 por ciento.
Por su parte, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 54.8 por ciento. En igual mes de 2024, fue de 53.8 %.
INDICADORES SELECCIONADOS
Composición de la población de 15 años y más
En junio de 2025, la PEA fue de 61.8 millones de personas de 15 años y más -población que, durante la semana de referencia, realizó o tuvo un vínculo con una actividad económica (población ocupada), o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas)-, lo que representó una tasa de participación de 59.8 %). Dicha cantidad significó un aumento de 1.2 millones de personas con relación a junio de 2024.
Al distinguir por sexo, la tasa de participación económica de las mujeres fue de 46.5 % y la de hombres, de 75.1 por ciento. Respecto al año anterior, la participación de mujeres creció 0.7 puntos porcentuales y la de hombres bajó 0.8.
La población ocupada alcanzó 60.2 millones de personas -se refiere a la población que durante la semana de referencia realizó alguna actividad económica durante al menos una hora; incluye a las y los ocupados que tenían trabajo, pero no lo desempeñaron temporalmente por alguna razón, sin que por ello perdieran el vínculo laboral con este, así como a quienes ayudaron en alguna actividad económica sin recibir un sueldo o salario-, (97.3 % de la PEA): un incremento anual de 1.2 millones de personas. Según sexo, la ocupación de mujeres fue de 24.9 millones y la de hombres, de 35.2 millones: un alza anual en ellas de 935 mil y en ellos, de 285 mil.
En el mes de referencia, la población desocupada fue de 1.7 millones de personas, un descenso anual de 21 mil. La desocupación de mujeres se ubicó en 675 mil, en junio de 2024, y en 713 mil, en junio de este año. La desocupación de hombres pasó de un millón, en el sexto mes de 2024, a 949 mil, en junio pasado.
La población no económicamente activa (PNEA) fue de 41.6 millones de personas -población que durante la semana de referencia se dedicó al hogar, estudió, estaba jubilada o pensionada, tiene impedimentos personales o llevó a cabo otras actividades-, (40.2 % de la población de 15 años y más): subió en 873 mil personas respecto a junio de 2024. De esta categoría, 5.0 millones se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones para hacerlo, por lo que constituyen el sector que eventualmente podría participar en el mercado laboral. En términos relativos, la PNEA disponible representó 12.1 por ciento. En junio de 2024, fue de 12.5 %.
Características de la población ocupada
Del total de la población ocupada (60.2 millones), 41.3 millones (68.7 %) operaron como trabajadoras o trabajadores subordinados y remunerados al ocupar una plaza o puesto de trabajo, lo que representó un aumento anual de 205 mil. Además, 13.1 millones (21.7 %) trabajaron de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleadas o empleados: 265 mil personas más respecto a junio de 2024. Por su parte, 3.7 millones (6.2 %) fueron personas empleadoras, cifra que subió en 797 mil. Finalmente, 2.0 millones de personas (3.4 %) se desempeñaron en los negocios o en las parcelas familiares, es decir, contribuyeron de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria. Lo anterior significó una reducción anual de 47 mil.
Por sector de actividad económica, la población ocupada se distribuyó de la siguiente manera: los servicios concentraron 27.1 millones de personas (45.1 %); el comercio, 11.8 millones (19.7 %); la industria manufacturera, 9.3 millones (15.5 %); la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, 6.5 millones (10.7 %); la construcción, 4.6 millones (7.6 %), y otras actividades económicas —que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas—, 391 mil (0.6 %). Por su parte, 418 mil personas (0.7 %) no especificaron su actividad.
En comparación con el mismo mes de 2024, los sectores con mayor crecimiento en su población ocupada fueron los siguientes: servicios profesionales, financieros y corporativos, con más 477 mil personas; restaurantes y servicios de alojamiento, con 456 mil; agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, con 300 mil, y transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento, con 245 mil personas.
Indicadores de la población subocupada
La información de la ENOE, para junio de 2025, muestra que la población subocupada (personas que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda) fue de 4.4 millones de personas, misma cantidad que la de junio de 2024. La tasa de subocupación se ubicó en 7.4 % de la población ocupada, porcentaje inferior al 7.5 % registrado en junio del año pasado. Al distinguir por sexo, la tasa correspondiente en las mujeres fue de 7.2 % y en los hombres, de 7.5 por ciento.
Según su lugar en la ocupación, las y los subocupados se concentraron en las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 45.4 %: un incremento anual de 0.4 puntos porcentuales. Las y los trabajadores por cuenta propia representaron 41.8 %, un retroceso anual de 1.1 puntos porcentuales.
Informalidad laboral
La población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan. También contempla a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo. Se incluyen —además de la población que trabaja en micronegocios no registrados o sector informal— otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a quienes laboran sin seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas.
En junio de 2025, la población ocupada en la informalidad laboral fue de 33.0 millones de personas y la tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) se estableció en 54.8 % de la población ocupada, porcentaje superior al 53.8 % del sexto mes de 2024. La TIL1 urbana fue de 42.8 por ciento.
Por otra parte, la ocupación en el sector informal fue de 17.4 millones de personas y significó 28.8 % de la población ocupada —tasa de ocupación en el sector informal 1 (TOSI1)—, 1.3 puntos porcentuales por arriba de la registrada en igual mes de un año antes. La TOSI1 urbana fue de 25.6 por ciento.
Considera a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias que operan sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar, o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa.
De este modo, la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y, por lo mismo, tiende a concretarse en una escala de operación muy pequeña.
Indicadores de la población desocupada
En junio pasado, la población desocupada (población que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo y realizó alguna actividad para obtener empleo) fue de 1.7 millones de personas y representó 2.7 % de la PEA —tasa de desocupación (TD)—. En las mujeres, esta medida fue de 2.8 % y en los hombres, de 2.6 por ciento. Respecto al mismo periodo de 2024, la TD total disminuyó 0.1 punto porcentual y la de hombres, 0.2. En las mujeres se mantuvo.
De las y los desocupados, 11.9 % no contaba con estudios completos de secundaria.
Las personas con mayor nivel de instrucción representaron 88.1 por ciento.
En cuanto a las características sociodemográficas de la población desocupada, por rangos etarios, la mayor proporción se concentró en el grupo de 25 a 44 años, con 49.5 por ciento. Siguió el grupo de 15 a 24 años, con 31.5 por ciento.
Respecto a la duración del desempleo, 45.5 % de esta población estuvo desocupada en un periodo de un mes o menos, mientras que 31.4 % no tuvo trabajo más de un mes y hasta tres meses.
Tasas complementarias
Con el fin de proporcionar a las y los usuarios más elementos que apoyen el análisis de las características del mercado laboral de nuestro país, el INEGI genera mensualmente un conjunto de indicadores complementarios sobre la calidad de inserción en el mercado laboral. Para ello, considera distintos aspectos que van más allá de las mediciones tradicionales y que recogen la heterogeneidad de circunstancias que se presentan en México. Los resultados de estas tasas no deben sumarse a lo que se desprende de otras, ya que un mismo grupo o segmento poblacional puede estar presente en más de una de estas. No todos los porcentajes que se mencionan se refieren al mismo denominador.
Tasa de ocupación parcial y desocupación (TOPD1): se situó en 9.0 % respecto a la PEA, en junio pasado, la tasa disminuyó con relación a la de igual mes de 2024 (9.1 %).
Tasa de presión general (TPRG): se ubicó en 5.6 % de la PEA, tasa inferior a la de 5.7 % de junio de 2024.
Tasa de trabajo asalariado: fue de 66.0 % de la población ocupada, tuvo un retroceso frente a la de un año antes (66.8 %).
Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), con base en salarios mínimos equivalentes: se ubicó en 32.7 % de la población ocupada y fue menor que la de junio de 2024 (37.7 %).