De acuerdo a Helidoro Gil, se prevé leve crecimiento del PIB, caída del empleo en un 40 por ciento y la inflación que a la alza en más del 4%
Uno de los varios saldos que estará dejando la contingencia del coronavirus será su impacto en las finanzas del Gobierno Federal, los gobiernos estatales y los municipales. Para el doctor en Economía y coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas, Heliodoro Gil Corona, en particular el Gobierno de la República «se está tardando en tomar medidas puntuales».
En un análisis que hace el experto y también catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana respecto a los daños económicos por esta pandemia, cuestionó y sugirió que ya Gobierno de México debió de haber hecho la recomendación a Banxico que en lo inmediato reduzca su tasa de interés de referencia del 7 por ciento al 6 por ciento., «que es lo más recomendable en este momento».
Ello para amortiguar y hacer que los costos de los créditos reduzcan «y motiven» la parte de la inversión productiva.
Abundó que es indispensable un programa de estímulos fiscales tanto para empresas como a todas personas que se vean afectadas por esta situación, originada por la pandemia y sus consecuencias.
Gil Corona señaló que además es necesario que la Federación emita un programa emergente de inversión productiva a convenir con los empresarios del país para empezar a detonar proyectos importantes, relevantes.
En su análisis aborda anotaciones para entender esta situación económica que ha comenzado a causar daños que empiezan a observarse, dijo, no solo en la economía mundial, y por ello el Colegio de Economistas de Michoacán emitirá cápsulas cotidianamente al respecto, pues sostuvo que habrá qué estar atentos no solo al problema de la pandemia y cómo se mueva, sino «a los eventos que hay qué estar muy atentos para tomar decisiones oportunas» y entre ellos la economía.
La contracción de la demanda mundial es un primer efecto negativo y esto ha generado parálisis productiva en empresas, negocios y comercios en todo el mundo, segmentos muy focalizados, que ha traído consecuencias no solo en la parte económica interna de los países sino en las relaciones comerciales.
Lo cierto, sentenció, es que hay turbulencia en los mercados y ello está generando muchisima incertidumbre ya no solo en los mercados sino en los inversionistas, sobre todo en la atención a los proyectos estratégicos de empresas como de gobiernos de las naciones.
La caída de las bolsas financieras tanto en Europa como en Asia y América genera un estado «muy inquieto», de incertidumbre y volatilidad con la pérdida de inversiones.
Es una situación complicada a nivel mundial, y dentro de la caída del Producto Interno Bruto este podría crecer solo en un 1 o 2 por ciento, que se sumaría a la caída observada en 2019 de menos 0.1 por ciento, la caída del empleo se prevé en un 40 por ciento y la inflación irá previsiblemente a la alza esperando un registro superior al 4 por ciento, debido a esta presión, lo cual tendrá efectos en las ganancias de las empresas y el poder de compra de salarios fijos y de los sueldos muy bajos.