Marchan SPUM y SUEUM apoyados por sindicatos del Frente Cívico Social, en exigencia de renuncia del rector y pago completo de sus salarios
Bajo la consigna de «Universidad o muerte» 8 mil nicolaitas entre profesores del SPUM, empleados del SUEUM y alumnos de diversas corrientes internas de la Universidad Michoacana, marcharon por la dignidad de la educación pública y de la universidad pública, apoyados por una representación del STASPE (trabajadores de gobierno estatal), de la CNTE y de sindicatos del sector de educación media superior y superior (FESEMSS).
Diez minutos antes de las 10:00 horas, tras haberse concentrado en su totalidad desde las 9:00 horas de esta mañana bajo la efigie ecuestre al Generalísimo Morelos, inició avance el grueso contingente por avenida Acueducto para tomar avenida Madero y marchar de manera pacífica, enarbolando sus consignas de exigencia de su pago quincenal completo, así como de la renuncia del rector Medardo Serna.
Varias fueron las arengas que a su paso iban gritando los agremiados: «chinga de noche, chinga de día, ay cómo chinga la Rectoría», «Medardo, entiende, la educación no se vende», «fuera el rector de la Universidad», y exigiendo respeto a los contratos colectivos de trabajo de ambos sindicatos, como el pago completo de sus salarios. Ello sin faltar su consabida canción: «no, no, no nos moverán», y el lanzamiento de cohetes.
Fue en Palacio de Congreso del Estado donde hicieron parada encabezados por sus líderes Gaudencia Anaya, del SPUM, y Eduardo Tena, del SUEUM, para entregar su documento donde exponen a desglose la grave situación financiera por la que atraviesa la UMSNH. No estando en el edificio ningún diputado y sin querer en realidad encontrarse con alguno o alguna, procedieron a dejar el escrito en la Oficialía de Partes, que lo dio por recibido.
Tras emitir consignas en contra de los legisladores como «ya vamos llegando, los diputados están temblando» y «en este edificio hay gente sin oficio», se retiraron del lugar en dirección a Palacio de Gobierno a cuyas afueras estuvieron concentrados en un mitin, mientras el interminable contingente seguía llegando al lugar.
Ahí, alumnos de diversas corrientes nicolaitas iniciaron los discursos exigiendo que la autoridad no violente los derechos de la comunidad nicolaita, pidiendo disculpas por las afectaciones a la población por el paso de la marcha, y quienes repusieron que la universidad pública «es la única salvación que tenemos en México» y la lucha se hace necesaria en su defensa.
«Hasta la victoria siempre», asumieron en causa con los sindicalizados.
