Sólo 44 de 61 plantas de tratamiento de aguas residuales se encuentran en operación en el estado, señaló Germán Tena Fernández, director de la Comisión Estatal del Agua y Cuencas
En ese sentido, detalló que 17 plantas de tratamiento de aguas no operan, dónde se incluye las de los municipios de Apatzingán y Charo, por lo que se tiene que motivar a los presidentes municipales para que echen a andar sus plantas.
Explicó que actualmente en Michoacán se tratan tres mil 459 litros por segundo de los ocho mil 340 litros por segundo que se genera.
Agregó que la actual ley de aguas está fomentando que los municipios prefieran no tratar sus aguas y pagar la multa, sumado a que la propia población no paga el agua y mucho menos realiza un saneamiento adecuado de la misma, lo que se vuelve un círculo vicioso.
Ejemplificó que en el caso del municipio de Apatzingán se pagan nueve millones de pesos en sanciones por no tratar el agua y CONAGUA le regresa 4.5 millones de pesos para que haga obras hídricas, por lo que viene pagando la mitad, mientras que el operar de buena manera la planta tratadora de aguas le cuesta 16 millones de pesos anuales, por ello, el llamado a que sea obligatorio el tratamiento de aguas residuales.