Durante el periodo de Alfredo Castillo, se despidió a mil 200 elementos, de los cuales, 600 presentaron denuncia y 400 sentencias han resultado favorables
El recién entrante presidente del Comité en Michoacán del Movimiento Nacional por la Seguridad y en Pro de la Justicia, Oscar Lemus de la Torre, reveló que el gobierno del Estado adeuda más de 20 millones de pesos de sentencias a favor de elementos policiacos despedidos durante el periodo de Alfredo Castillo.
Recordó que durante dicho lapso correspondiente a la administración priísta, el entonces Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, despidió a un total de mil 200 elementos, de los cuales 600 presentaron denuncia.
De estos últimos elementos, un total de 400 sentencias han resultado favorables, el resto se encuentra en procedimiento, no obstante, Lemus de la Torre, lamentó que no exista voluntad política para resolver las violaciones laborales de los expolicías.
“Hoy por hoy tenemos asuntos que tienen más de dos años y medio en ejecución de sentencia, que están paralizados, eso es una grosería es una cosa irrisoria, habla de que no hay voluntad política, porque el erario no se va a acabar, estas 400 sentencias lo que están haciendo es ofrecerle es reinstalación o un contrato de seis meses”, indicó.
Invitó a los exelementos policiacos a no desesperarse y confiar en que a través de las herramientas jurídicas obtendrán justicia en cada uno de los casos.
En ese tenor, lamentó que la gran mayoría de los policías no conozcan sus derechos y únicamente sus obligaciones, mientras que las autoridades los llenan de promesas que no cumplirán.
“Veo a las declaraciones del secretario de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona, que dice que la estabilidad en el empleo y les prometen que les darán casa y es una verdadera mentira o Poncho Martínez que dice que su policía es 100 por ciento acreditable y que con lamparitas va a combatir el crimen y no es así”, indicó.
Dijo que al igual que el resto de la ciudadanía, los policías tienen derechos y no por portar un uniforme, dejan de ser seres humanos.