La organización Uno en Voluntad firma convenio con la Asociación Internacional de criminología y Ciencias Forenses
Colombia y México hermanos de sangre, los une el derramamiento de sangre generado por la violencia; el narcotráfico y las muertes de inocentes que han caído por la injusticia e impunidad que prevalece en ambas naciones.
Por lo anterior, sociedad civil ha tenido que sobresalir para apoyar a las víctimas y deudos que sufren la muerte o desaparición de un familiar. En Michoacán, es el caso de Uno en Voluntad, quien ahora comparte experiencias con la Asociación Internacional de criminología y Ciencias Forenses.
Con la firma de convenio entre ambos organismos se replicaran modelos de atención que sirvieron en Colombia, ahora serán aplicados en la comunidad de Uruapan, donde opera Uno en Voluntad, y cuya institución es dirigida por Carmen Ojeda.
En rueda de prensa, Carmen Ojeda planteo el escenario desgarrador que viven los pobladores del municipio de Uruapan; hombres y mujeres afectados por la preocupación de tener un familiar desaparecido o por haber perdido a un ser querido, a consecuencia de la violencia que se vive en la zona.
En ese sentido, Bertha Liliana Ortiz Triviño, colombiana de nacionalidad y representante del organismo internacional, sobresaltó la difícil situación que en Colombia han atravesado los pobladores desde hace 50 años.
Mencionó que el dolor ha sacado de los colombianos la solidaridad y la calidad humana de cada uno de los hermanos que han querido ayudar para recomponer el tejido social, por eso expertos en la materia y hasta profesionistas que no se dedican a las humanidades han contribuido para compartir amor en un mar de lágrimas y tristeza.
En Michoacán, esperan replicar el modelo, por eso, con ayuda de expertos han conformado grupos que sirven para escuchar, dar apoyo moral y sobre todo entregar amor, con el objeto de hacer menos terrible su duelo y para hacer de esta experiencia un motivo de ayuda para más familias devastadas.
