Durante la firma de la Promulgación de las Leyes para el Sistema Estatal Anticorrupción reconocen que hablar de legalidad y democracia, no es suficiente
Autoridades de los diferentes niveles de gobierno, coincidieron que en materia de combate a la corrupción, es un tema más cultural que de legalidad.
El presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Pascual Sigala Páez, reconoció que hablar de legalidad y democracia, no es suficiente para luchar contra la corrupción y aún falta dar vida a las instituciones encargadas de su combate.
Durante la firma de la Promulgación de las Leyes para el Sistema Estatal Anticorrupción, subrayó que en este órgano no cabrán las cuotas partidarias, filias o fobias y advirtió que de realizarse la repartición de espacios, perderán la oportunidad de recuperar la confianza de la sociedad.
“La corrupción ha sido unos de los flagelos que ha lacerado con mayor encono a las instituciones y la vida democrática del país, es un elemento que ha desilusionado a la sociedad frente a la clase política, ya era momento de contar con un marco normativo que no permita resquicios legales que amparen más actos de corrupción”, señaló.
Sigala consideró que es tiempo de revertir la mala percepción social hacia la clase política y acabar con la resistencia de algunos funcionarios de rendir cuentas.
El legislador local, subrayó que “nadie por su condición de servidor público podrá estar al margen de la ley, ni lejos de la acción de la justicia”.
Por su parte, el gobernador del Estado, Silvano Aureoles Conejo, lamentó que Michoacán ocupe el último lugar de 113 países que conforman la OCDE en el combate a la corrupción y demandó órganos fiscalizadores, independientes y alejados de intereses político partidistas.
“Este paquete de leyes permitirá entonces, enderezar diseños institucionales que de origen fueron débiles y que lejos de combatir la corrupción, la han incentivado, nos encontramos en un esquema donde los vigilantes estaban supeditados a los vigilados, un sistema así, sin ningún tipo de vinculación con los ciudadanos claramente estaba destinado al fracaso”, señaló.
Para la conformación de tal sistema, demandaron perfiles pulcros y probos para dar cuerpo a las políticas públicas con honradez, imparcialidad, lealtad y eficiencia.