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lunes, julio 14, 2025

Consagra su Santidad a Rusia y Ucrania a la Virgen María bajo aclamación, en acto histórico

papa guerra 2503«La Iglesia, en esta hora oscura, está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto”

 

 

El Papa Francisco ha consagrado este 25 de Marzo a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en un acto histórico que ha repetido en simultaneo el Cardenal Konrad Krajewski en el Santuario de Fátima, Portugal, y al que se han sumado los obispos de las diócesis del mundo y fieles de los cinco continentes.

Este acto que contempló una extensa oración especial dirigida a Nuestra Madre ha tenido lugar un mes después de la invasión rusa a Ucrania, y en el marco de la celebración penitencial “24 horas para el Señor” que ha comenzado a las 17 horas (hora de Roma), una iniciativa de Cuaresma que tuvo su punto culmen hora y media después en que el Santo Padre ha pedido la intercesión de la Virgen María por la paz y consagrado al mundo entero y en especial a Rusia y Ucrania a su Inmaculado Corazón en presencia de 2 mil personas dentro de la Basílica de San Pedro entre quienes se encontraban los miembros del Colegio Cardenalicio.

Es así que el Santo Padre ha acogido la solicitud que el 2 de marzo le hicieron los obispos católicos de rito latino de Ucrania, de consagrar públicamente ambos países. Mas la consagración específica de Rusia también se llevó a cabo siguiendo el pedido de la Virgen María a los tres pastorcitos de Fátima en 1917: «vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”.

Esta petición de la Virgen María se hizo realidad el 25 de marzo de 1984, Solemnidad de la Anunciación del Señor, cuando San Juan Pablo II consagró Rusia a su Inmaculado Corazón. Un hecho confirmado por Sor Lucía, una de las videntes de Fátima, Y hoy, exactamente 38 años después, frente a la devastadora guerra que ha golpeado el este de Europa, el Papa Francisco ha vuelto a consagrar este país, junto con Ucrania, al Inmaculado Corazón de María.

El Papa Francisco escribió antier una carta dirigida a los obispos de todos los países para explicar la importancia de este acto y recordar que “la Iglesia, en esta hora oscura, está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto”.

Previamente, en la homilía de la ceremonia penitencial celebrada en la Basílica de San Pedro en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, el Santo Padre dirigió su pensamiento sobre la guerra en Ucrania: “en estos días siguen entrando en nuestras casas noticias e imágenes de muerte, mientras las bombas destruyen las casas de tantos de nuestros hermanos y hermanas ucranianos indefensos”.

“La guerra atroz que se ha abatido sobre muchos y hace sufrir a todos, provoca en cada uno miedo y aflicción”, lamentó.

Asimismo, aseguró el Sumo Pontífice que “nosotros solos no logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera las de nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible de Dios, que es el Espíritu Santo. Necesitamos el Espíritu de amor que disuelve el odio, apaga el rencor, extingue la avidez y nos despierta de la indiferencia”.

“Es necesario obtener del perdón de Dios la fuerza del amor, ese mismo Espíritu que descendió sobre María”, enfatizó el Papa a los pies de la imagen de la Virgen María, agregando: “si queremos que el mundo cambie, primero debe cambiar nuestro corazón. Para que esto suceda, dejemos hoy que la Virgen nos tome de la mano”.

“Contemplemos su Corazón Inmaculado, donde Dios se reclinó, el único Corazón de criatura humana sin sombras. Ella es la ‘llena de gracia y, por tanto, vacía de pecado; en ella no hay rastro del mal y por eso Dios pudo iniciar con ella una nueva historia de salvación y de paz. Fue allí donde la historia dio un giro”, alzó su oración. “Dios cambió la historia llamando a la puerta del Corazón de María. Y hoy también nosotros, renovados por el perdón de Dios, llamemos a la puerta de ese Corazón”.

«En unión con los obispos y los fieles del mundo, deseo solemnemente llevar al Corazón Inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre», expresó el Papa hoy.

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