Los fieles acostumbran vestir a su Niño Dios con ropaje diverso, pero luciendo bien arreglado y así los presentan en la misa, al término de la cual el sacerdote los bendice
Este 2 de febrero la Iglesia Católica celebra la fiesta de la Candela que es la Luz de Cristo «que es la luz del mundo y nosotros como cristianos debemos ser luz como Cristo» y con nuestro ejemplo iluminar también, dijo el Presbítero J. Socorro Zamudio Pineda, al encabezar la celebración de la homilía especial esta mañana en el templo de Catedral.
Esta celebración religiosa recuerda la presentación de Jesús Niño en el templo a poco más del mes de haber nacido en la Tierra, como lo guardaba la costumbre del pueblo israelí en aquel tiempo, así como es la celebración de la purificación de la Virgen María después del parto en cumplimiento de la prescripción de la ley de acuerdo al antiguo Testamento.
Los fieles acostumbran vestir a su Niño Dios con ropaje diverso, pero luciendo bien arreglado y así los presentan en la misa, al término de la cual el sacerdote los bendice haciendo oración, para que lo lleven a casa donde le guardan devoción, y donde deberán guardar valores y cristiano comportamiento. Esta es una tradición que tiene lugar año con año en los diferentes santuarios del mundo.
En esta capital desde temprana hora los devotos comenzaron a acudir a misa para llevar al divino Niño ataviados, la mayoría, con cobijitas y gorras dado el severo clima que enfría el amanecer citadino, otros más son puestos en un pequeño trono vestidos con ropaje real, y algunos más los visten hasta con uniforme de algún equipo de futbol. En los hogares es levantado el Niño Dios del Nacimiento puesto desde Diciembre para llevarlo ante la Casa de Dios.
«Esta festividad de hoy nos renueva nuestra entrega a Dios, nuestra consagración a Dios» hecho Hombre y nosotros cristiano, refirió el sacerdote.