Acusan al organismo de mal manejo y tardío desfogue de la Presa de Cointzio, habiéndolo hecho hasta que el volumen de agua estaba incontrolable
Ejidatarios de la Tenencia Morelos afectados por el tardío desfogue operado por Conagua a fines de Septiembre pasado se apersonaron a las afueras de la sede estatal de la dependencia federal este Martes, para exigir la indemnización de 130 hectáreas por esta acción gubernamental y por el mal manejo que ha hecho la Conagua de ese procedimiento del cual resultaron afectados 134 ejidatarios. En tanto las pérdidas económicas ascienden a 25 mil pesos por hectárea y reclaman pago, según dijo Homero Cervantes Rendón, presidente del Consejo del ejido de la Tenencia Morelos “La Boruca”.
Por su parte, el ingeniero Guillermo Melgoza Martínez, asesor de los ejidatarios y representante técnico del cotado ejido, quien estuvo ahí presente, confirmó ante la prensa el mal manejo que hizo la Comisión Nacional del Agua que esperó a actuar hasta que la presa rebasó su nivel de volúmen de agua y desfogó hasta que ya el flujo estaba incontrolable, acusó. De hecho, sostuvo que desde saber del arribo del huracán “John”, ya que de la Conagua depende el Servicio Meteorológico Nacional, ellos debieron de monitorear los niveles adecuados y no los cuidaron sobre todo en lo que refiere al control de avenidas.
Y es que expuso el ingeniero que la presa de Cointzio está construida para cuatro fines: dotación de agua, irrigación, control de avenidas y generación energía eléctrica, este último ya en desuso. Pero en el caso de control de avenidas señaló Melgoza Martínez que hay un volumen de control de avenidas imprevistas que no monitorearon en Conagua en cuanto a situaciones hidrométricas y pluviométricas, lo que pudo evitar que desfogasen ya tarde en vez de que lo hicieran a tiempo, porque se les avisó pero no lo tomaron en cuenta.
El ingeniero dio una clara explicación del mal proceder de Conagua y dijo tener las pruebas técnicas, y de que él como asesor técnico de este ejido afectado avisó con tiempo a la dependencia federal para que desfogasen la presa antes de que alcanzase el nivel de agua máximo pero “no nos hicieron caso”, denunció.
Amén a todo ello dijo que el Río Grande de Morelia que es uno de los drenes de la Presa, está totalmente azolvado y tiene mucha maleza y arbóreos, además de que desde hace más de 23 años no se le ha dado mantenimiento y por ello ha disminuido en muy gran medida su capacidad de desalojo de aguas máximas extraordinarias que entran desde la presa cuando está llena.