Una de las tradiciones más emblemáticas de Michoacán se celebra en Tzintzuntzan
TZINTZUNTZAN, Mich.- El recorrido comienza en el «Lugar de Colibrí», en donde en el templo de San Francisco de Santa Ana, el primer convento católico de Michoacán, se pueden apreciar las capillas abiertas de Vasco de Quiroga, y es el lugar en donde en el atrio de los Olivos, inicia el Desfile de las Cruces que se llevan a los muertos que fallecieron este año; cada cruz u ofrenda está diseñada de acuerdo a los gustos de los difuntos. La banda de viento y el mariachi suenan a todo acompañando alguna de ellas.
El baile, la alegría, un poco de bebida alcohólica reina en el ambiente de algunas, mientras otras están llenas de solemnidad; resalta una cruz dedicada a un Policía, la de un abuelito con su sombrero y gabán, cada una sale del templo con destino al panteón de los divorciados, como le llaman, ya que una carretera divide el panteón de un lado los adultos y del otro los niños.
Cada ofrenda cruza el pequeño umbral del panteón y sortean un camino entre las tumbas para poder colocar la Cruz a su difunto y con ello, comienza la velada en cada una de las tumbas que iluminadas bajo la luz de las velas resaltan el color de la flor de muerto y complementan una de las tradiciones más emblemáticas de Michoacán.