Por barato, lo utilizan para combatir plagas del pulgón amarillo, pero colapsó colonias de abejas en Sahuayo, donde hay 200 casos de enfermedades cancerígenas y malformaciones
La federación y el Estado de Michoacán viola la ley por vender plaguicidas prohibidos, los cuales tienen efectos devastadores para la salud de las personas, y destructivos para la ecología del planeta.
En Sahuayo, hay 200 casos de enfermedades cancerígenas y malformaciones por el consumo de sorgo, el cual es tratado con plaguicidas neo-nicotinoides para el control de plagas del pulgón amarillo.
Es importante mencionar que la Comisión Europea prohibió en el 2013 el empleo de los plaguicidas neo nicotinoides en cultivos luego de la publicación del informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, donde se alertó que los insecticidas son causantes de problemas de salud en personas y el generador del colapso de colonias de abejas en todo el mundo.
En Michoacán el 3 de mayo del presente año fue aprobado en el Congreso del Estado de Michoacán la restricción de la venta, no obstante, el propio gobierno a través de SEDRUA y SAGARPA vende indiscriminadamente el producto químico a los productores del campo en Michoacán.
Y aunque existen plaguicidas menos nocivos, éste es usado porque representa 100 pesos más barato para el Gobierno y el productor, sin considerar que los efectos que ocasionan son altamente peligrosos para el equilibrio ecológico.
Por lo anterior, el apicultor, Felipe García, demandará al Gobierno del Estado y la Federación por daños patrimoniales, ya que con el uso del plaguicida en mención el 100 por ciento de sus colonias fueron devastadas.
La causa es que el químico daña el sistema nervioso de la abeja y otros polinizadores, provocándoles parálisis y la muerte en menos de una hora; las pérdidas en sus colonias son totales y económicamente superan el medio millón de pesos.
En Sahuayo tres apicultores tuvieron que dejar la actividad por las pérdidas económicas; en esta temporada de cultivo, donde de nueva cuenta fue aplicado el químico en la siembra de sorbo, otros tres apicultores están por cerrar sus negocios ante la muerte de sus abejas.
Con la extinción de polinizadores y otros insectos se rompen ciclos importantes de la germinación, pues las abejas, moscas, colibríes y otros animales aportan beneficios para los cultivos, además de alimentarlos.
Para la agricultura la polinización ayuda en la germinación de vegetales y frutos; para las abejas es esencial para la producción de miel.
Lo mismo pasa con la muerte de otros insectos, ya que algunos de ellos son depredadores que ayudan al combate de plagas, sin embargo, con su desaparición crecen el número de bichos y con los químicos crece la resistencia a ellos.
En ese tenor, Gilberto López Guzmán, presidente del Consejo Estatal del Ecologia, consideró que el uso de estos plaguicidas es un “ecocidio” y una irresponsabilidad de las autoridades por permitir su venta.
Señaló que en Michoacán no hay referencia del impacto que ocasiona la aplicación de los químicos tóxicos en la tierra, ya que muchos apicultores y productores no quieren denunciar las pérdidas ante el temor de no recibir apoyos por parte de las autoridades.
Este fenómeno no es exclusivo de Michoacán, también lo vive Coahuila, Jalisco, Tamaulipas y Guanajuato, donde son líderes de producción de sorgo; ahí también la federación distribuye los químicos indiscriminadamente en los campos mexicanos.
“¿Por qué si internacionalmente se sacó del mercado, en México el Gobierno lo distribuye en su campo?”, preguntó López Guzmán.
Esta denuncia será una más de las 104 recomendaciones que el Consejo ha realizado al Gobierno del Estado, en temas de medio ambiente, en el Estado de Michoacán.