Se trata de cultivar mil hectáreas del grano básico en las zonas étnicas de Michoacán para preservar especies del maíz en peligro de extinción
Autoridades y pobladores de las etnias michoacanas van por el rescate de las especies de maíz nativas por método orgánico, contemplando sembrar y preservar una superficie de cultivo de mil hectáreas en zonas donde habitan los grupos indígenas de la entidad que son los que lo conservan, y están incluidas las de la Meseta y la Ciénega por lo pronto, con la intención de avanzar por todas ellas.
El maíz mexicano está en peligro de extinción a pesar de que por decreto se ha prohibido la siembra del grano transgénico en el país, se reveló durante el Primer Encuentro de Tradiciones con Expresiones Trasversales Cultural-Ambiental-Agrícola por el desarrollo de los Pueblos Indoamericanos, cuya primera sesión fue en Morelia este viernes. Además, ese riesgo de extinguirse es que no existe tampoco en el cambio generacional políticas públicas para el fomento de estos cultivos, y el cambio climático, alertó Fernando Cajeme Bojórquez Cardoso, socio de la cooperativa «Marco».
En Michoacán son 14 razas de maíz las que «están vivas», y hay comunidades étnicas interesadas en rescatarlas porque hay preocupación ya que sus bancos de germoplasma no les servirán en 50 años más, y por ello con investigadores del CIMIT (Centro de Investigación Internacional del Maíz y Trigo) harán un intercambio con estos productores maiceros ya que conservan los científicos todas las variedades guardadas de maíz, y a través de la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CEDPI) se signará un acuerdo para obtener esas variedades de maíz afines al clima ya los suelos de la entidad.
Promueve el comercio justo de estas especies nativas de maíz, además a través de una cooperativa creada.
El modelo planteado a la CEDPI para esta siembra de maíz nativo es una forma de regenerar los suelos, dijo Bojórquez Cardoso, a través de jóvenes que están en sus comunidades y han logrado terminar sus estudios en nivel medio superior dando énfasis en la revaloración de la herencia cultural, ir a la siembra como se ha señalado y después a una comercialización justa del grano. Expuso que han encontrado mercados en Estados Unidos que han llegado a pagar hasta a 50 pesos el kilo de este maíz, en tanto para el maíz azul se ha podido vender a Canadá de 13 a 15 pesos el kilo, en tanto aquí en México hay regiones que lo pagan a 18 pesos.
Se está valorando la herencia de estas razas del maíz.
Explicó que los pueblos indígenas han seguido por años resistiendo sus cultivos desde la entrada del transgénico, pero además el Tratado de Libre Comercio no ha afectado al maíz ya que no hay un mercado desarrollado ni amplio hacia los maíces nativos. Tampoco afectarán las modificaciones, pero sí la apertura a libre mercado porque ingresa al país maíz genéticamente modificado de exportación, y subsidiado de Estados Unidos.