Compras de última hora, quejas por elevación de precios en frutas, verduras y carnes, la carrera contra reloj por encontrar el regalo, entre las características de este día
En la víspera de la Navidad, las prisas son la definen a esta festividad, desde muy temprano las amas de casa se han dado cita en los mercados y tianguis sobre ruedas de la ciudad para comprar lo faltante para preparar la cena de Navidad.
Señoras apurando a sus hijos para que carguen con las bolsas de fruta como guayaba, cañas, tejocote, manzana, y demás que utilizarán para el tradicional ponche, en lugar de que se queden entretenidos con la novedad en juguetes que los vendedores les muestran para que pidan a Santa Claus y los Reyes Magos, juguetes con lucecitas y soniditos, muñequitos, muñecas entre lo más básico, mientras que los teléfonos celulares, las tablets, computadoras y hasta un Dron se disputan por ser el regalo más tecnológico que llame la atención de los menores y no tan menores, ya que hasta un par de padres de familia para el enojo de las apuradas madres se entretiene observando juguetes.
Además de las compras de última hora, las quejas por la elevación de precios en frutas, verduras y carnes, la carrera contra reloj por encontrar el regalo para el acostumbrado intercambio pone a más de uno en una acalorada confrontación ante la disputa de algo que parecer ser el indicado regalo para alguien y que sólo existe una pieza en la tienda; algunos más prácticos argumentando que estuvo muy bien el haber comprado sus regalos desde días antes ya que se ahorraron el comprar algo no ideal y las largas filas para pagar en las tiendas departamentales, como las que se están viviendo, previo a la NocheBuena.
Las horas del 24 de diciembre avanzan los morelianos se pasean por la ciudad con bolsas y bolsas de compra, entre la cena, los regalos y las piñatas no caben en las banquetas, en donde todos tienen prisa, por llegar a casa y poder manos a la obra a la preparación de tamales, ponche, romeritos, ensalada navideña, hasta pozole, que compartirán en la cena.
Pero como no todo es comida y regalos, la apariencia también cuenta, las zapaterías, tiendas de ropa y accesorios tratan de atender a una exigente clientela que se prueba una, otra y otra vez algún artículo que sea el indicado para la cena familiar y que no vuelva a pasar como el año pasado que los modelitos con la cuñada coincidieron, este día tiene que ser diferente, aunque las compras de última hora sigan realizándose como cada año.



