Con el objetivo de conocer si en los centros educativos del Estado de Michoacán se llevan a cabo prácticas de justicia de paz para resolver conflictos internos, reconstruir lazos, sanar heridas y tomar decisiones a través de la participación activa de las y los estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán elaboró el informe especial “Derecho a la Justicia de Paz en los Centros Educativos de Michoacán. Círculos de Paz y otros Modelos de Gestión de Conflictos”.
Al referirse a los círculos de paz, el ombudsperson Marco Antonio Tinoco Álvarez, dijo que son una herramienta que evita las violencias, sobre todo en las escuelas, pues se trata de reunir a las personas en conflicto para reconstruir y sanar los vínculos existentes y propiciar el diálogo.
Agregó que el informe analiza qué es la paz y cómo se fomenta en las instituciones y recordó que el artículo 3ro. de la Constitución mandata educar en derechos humanos, a partir del respeto a la persona.
Reconoció que para implementar los círculos de paz y de escucha falta personal especializado, por lo que hay que capacitar a quienes se preparan para ser maestros y al profesorado en general.
Enfatizó que hay mucho por hacer en este sentido, por lo que se debe caminar hacia la prevención y hacia el fomento de la paz de manera transversal.
Por su parte, Pedro Chávez Villa, rector de la Universidad de Morelia, hizo alusión a que la paz es un tema universal y que, dado que la humanidad es dinámica, la construcción de la misma debe irse adecuando a los tiempos.
Dijo que en el centro formativo que dirige, se educa con sentido humano, para construir la transformación integral de la comunidad.
Afirmó que el tema de la confianza entre los miembros de la comunidad educativa tiene mucho que ver en el desarrollo de la relación que se establece, ya que genera buenas condiciones de convivencia.
En su turno, Mario Alberto García Herrera, titular de la Fiscalía especializada en materia de Derechos Humanos y libertad de Expresión, de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGEM), reconoció que no existe otra entidad federativa que esté realizando este tipo de informes con perspectiva de Derechos Humanos.
Agregó que, con este tipo de acciones, la defensoría del pueblo da cabal cumplimiento a su función de defender, proteger, estudiar, investigar, vigilar, promover y divulgar los Derechos Humanos.
Declaró que la mayoría de los casos que llegan a la Unidad de Investigación de Delitos cometidos por Adolescentes, de la FGEM, se originan por conflictos escolares y, consideró que éstos deberían resolverse en las propias instituciones educativas, de manera más amigable, es decir haciendo uso de los círculos de paz y de escucha.
Por lo que al informe se refiere, éste se elaboró a partir de la respuesta que 16 instituciones educativas de nivel medio y superior brindaron a la CEDH, de las cuales el 83% declararon sí contar con programas o mecanismos para la integración de la comunidad educativa.
En contraste, ninguno cuenta con personal capacitado y/o certificado, específicamente en Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias y tampoco cuentan con un área especializada con las habilidades y requerimientos técnicos para desarrollar círculos de paz para la resolución de conflictos.
Derivado de lo anterior, la CEDH recomendó gestionar la instalación y operación de espacios destinados a la resolución de conflictos en los centros educativos, en los que empleen círculos de paz; desarrollar capacitaciones a los miembros de la comunidad educativa; crear equipos de mediadores escolares en los centros educativos, y, establecer normas claras de convivencia y resolución de conflictos.
Finalmente, establece que los centros educativos del Estado representan áreas de oportunidad para fomentar la cultura de paz, que permita que las y los michoacanos gocen de un estado de derecho, en el que prevalezca el respeto a la dignidad humana.