Oró el jefe pastoral a la madre de Dios y le pidió que nos ate por su Corazón Inmaculado al Corazón de Jesús
Noche de Viernes Santo, el día más importante del año litúrgico, y Nuestra Madre llora a su hijo Jesús, cuyo cuerpo maltratado y sin vida ha recibido en sus brazos al ser bajado de la Cruz, donde entregó su vida por nosotros.
Por ello tuvo lugar el pésame a la Virgen dolorosa en este acto de piedad en que se le dan las condolencias a Ella. Así el acompañamiento a María que ha presenciado la muerte atroz de su Hijo. La efigie de la Virgen dolorosa pasó entre los asistentes a paso lento, con rostro afligido, ataviada en vestimenta negra, hacia el presbiterado de Catedral de Morelia rumbo al altar.
«Es ella quien nos da fortaleza en los momentos más difíciles «, dijo Monseñor Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de esta Arquidiócesis, para rogarle a la Madre de Dios y madre nuestra a nombre de los fieles: «cubre mi alma con tu protección maternal» oró el jefe Pastoral a la madre de Dios y le pidió también que nos ate por su Corazón Inmaculado al Corazón de Jesús.
El Arzobispo dio el pésame y pidió a Dios que la iglesia asociándose a la Virgen en el dolor de Cristo, pueda participar también de su Resurrección.
Los fieles en Catedral se quedaron a hacer compañía esta noche a nuestra Madre en sus siete dolores.
