Así lo sentenció el mandatario Silvano Aureoles, quien advirtió que estos gastos onerosos son superiores en 20 por ciento más de los recursos propios que recauda el Estado
El gobierno de Silvano Aureoles Conejo no contratará deuda alguna «vamos a usar lo que nos permite la ley y punto», atajó el gobernante michoacano, tras sentenciar que la debilidad financiera de la entidad se ha ido superando de manera paulatina y si bien «evidentemente no está resuelto» se va a resolver cuando logremos superar el déficit relacionado con la nómina del magisterio por los pagos convenidos o contrataciones hechas sin respaldo para poder cubrirlas.
Ese es un tema estructural «y va a seguir dando vueltas», que no se resuelve ni con un empréstito ni con todos los recortes aplicados ya que estos gastos onerosos son superiores en 20 por ciento más de los recursos propios que recauda el Estado, precisó.
El déficit actual de la administración de Aureoles Conejo alcanza los 3 mil 500 millones de pesos.
En entrevista este viernes, el mandatario michoacano dijo que son dos rutas las que tomará su gobierno para sanear sus finanzas ante esa debilidad estructural: una es regularizar y poner en equilibrio los gastos personales que tiene el aparato gubernamental particularmente en materia educativa. Hay cerca de 80 mil trabajadores de la educación en el estado, informó, y una parte de esos sueldos la paga su administración, es decir, a los de carácter estatal sin tener para todo el sustento financiero para ello, contrario a los docentes federales que reciben todos sus pagos puntuales porque ese recurso viene del Fondo Nacional de Educación que deja presupuestado la Cámara de Diputados.
Observó que si los profesores michoacanos aceptasen reconocer y sujetarse a las reglas del Servicio Profesional Docente «se acabaría el problema en Michoacán», es decir, que si hacen su evaluación magisterial podrían acceder a las plazas federales mejor pagadas y cubiertas oportunamente junto a sus bonos, estímulos y demás.
Pero consideró «una terquedad» querer que el gobierno estatal les pague cuando nunca tuvo el recurso para ello, y nunca debieron haber contratado sin límite maestros, de lo cual son culpables el gobernante en turno y los dirigentes sindicales.
No quiso poner fecha, pero dijo que un día se conocerán las listas con nombres y el año de quienes autorizaron montos extraños de bonos y prestaciones sin tener el sustento financiero, que se han convertido en cargas permanentes a las finanzas estatales.
La segunda ruta para sanear las finanzas estatales será modernizar el sistema recaudatorio que sigue siendo muy deficiente, muy limitado y del que se fugan y pierden muchos recursos, dijo, porque no hay los controles adecuados. Todo el sistema debería ser electrónico, tanto pagos como cobros y ya no andar guardando dinero en efectivo en los cajones, lo cual consideró ya arcaico, «pero hay resistencias».