También en la Misa Crismal del Miércoles Santo se han consagrado los Santos Óleos que se usan para impartir los Sacramentos
«Como sacerdotes no somos dueños de los fieles, sino servidores para que cada uno de ellos en comunión con la Iglesia goce de ser testigo del Evangelio», pronunció el Arzobispo de Morelia, Monseñor Carlos Garfías Merlos, dirigiéndose a los poco más de 600 sacerdotes, así como a los Obispos auxiliares y eméritos, el Cabildo Metropolitano, el Cardenal Alberto Suárez Inda, y el rector de Catedral durante la misa Crismal en que han renovado, todos, sus votos sacerdotales ante Dios, incluyendo el propio jefe pastoral de esta Arquidiócesis.
En esta celebración eucarística del Miércoles Santo en Catedral, dijo a todo el Presbiterio presente «tenemos todos la oportunidad de reconocernos y de descubrirnos, ungidos del Señor para recuperar la vivencia dinámica y transformadora de nuestra vocación», para ser una Iglesia renovada, sinodal, revitalizada y reavivada en Cristo nuestra paz. Ungidos para la construcción de la paz.
Y prosiguió en su mensaje en la Homilía hablando a todos los ministros sacerdotales quienes portaban su túnica blanca: «necesito sacerdotes disponibles para pastorear con el obispo con identidad cristiana, colaborado con el servicio a los fieles y con un caminar sinodal y evangélico en esta Arquidiócesis», tras enfatizar que «dejemos que sea Cristo quien camine a nuestro lado y delante de nosotros, sigámosle e imitémosle, que su Espíritu infunda en nuestra vida y nuestras actividades pastorales».
Desde el altar oró el jefe pastoral también por los sacerdotes fallecidos, por los misioneros, por los seminaristas y los jóvenes que el Señor sigue llamando, y por todos los obispos, el Cardenal y los sacerdotes: «pidámosle a Dios que nos unja con su Espíritu para que desde Él seamos la alternativa para vivir la paz y la justicia, y la solidaridad, llevando con alegría la palabra de Dios», y pidió la intercesión de la Virgen María para que Jesús les siga llenando de su luz y Santo Espíritu a todos ellos, y ser ungidos con la alegría sacerdotal.
Dio gracias a Dios por haber sido escogidos y ordenados para ejercer este noble y bendecido ministerio: «nos hemos de sentir alegres y esperanzados pues todo lo podemos en Aquel que nos conforta y nos ha elegido y llamado», dijo, por ello consientes del don recibido y de la misión encomendada «hemos cantado proclamaré sin cesar la misericordia del Señor», refirió Monseñor Garfías Merlos.
Durante esta celebración eucarística presidida por el Arzobispo de Morelia en unión con su Presbiterio y el pueblo de Dios, además de que los sacerdotes han renovado las promesas hechas el día de su ordenación, también se han consagrado los Santos Óleos que se usan para impartir los Sacramentos, como el aceite con que se unge a los enfermos, los enfermos terminales y los moribundos, así como las hostias que se consagran para ministrar la Comunión en la Eucaristía durante todo el año.