Carlos Aranza estuvo un año y es de los más señalados por desvío millonario; Silvia Hernández duró 5 meses y renunció por «razones de carácter personal» y Elías Ibarra, con menos de un año, se va por una diputación
Antes de que la administración estatal actual cumpla tres años en funciones, serán 4 los funcionarios que se hayan hecho cargo de la Secretaría de Salud, cuyos titulares han salido por desvíos de recursos, falta de capacidad y por buscar una candidatura.
El gobierno perredista encabezado por Silvano Aureoles Conejo heredó de la administración priista al primer secretario de esta área, Carlos Aranza Donis, quien duró un año en el cargo y actualmente se sabe que es de los ex funcionarios más señalados por el desvío millonario de recursos públicos, por contratos subrogado para beneficiar a empresas del estado de México, obtener vehículos de lujo, privilegiar amistades de otros estados en los puestos principales e irregularidades en la compra de medicamentos.
Le siguió Silvia Hernández Capi, quien con apenas 5 meses con la responsabilidad, presentó su renuncia al argumentar «razones de carácter personal», no obstante, se conoció que se declaró incapaz de dirigir una dependencia con tantos problemas financieros por los desvíos de recursos y de tipo sindical, ya que es la única que cuenta con 7 sindicatos.
Y fue en abril de año pasado que llegó Elías Ibarra Torres, momento en que dejó la alcaldía de Huetamo para encabezar la política de salud pública en Michoacán y a unos días de cumplir el año en su cargo, hizo lo mismo para ser candidato a la diputación federal.
Hasta el momento, la SSM se encuentra acéfala y en espera de que llegue el cuarto secretario, con tan sólo 2 años y 7 meses del gobierno perredista.
Se trata de una de las dependencias estatales con más señalamientos, por los desvíos de Aranza Donis denunciados por la propia Contraloría del estado y de los que no hubo consecuencias jurídicas, por los escándalos de nepotismo de la lideresa sindical Guadalupe Pichardo y del propio Elías Ibarra, quienes colocaron a decenas de familiares en la Secretaría.
Asimismo, deben recordarse las denuncias públicas que ha hecho el propio gobernador Silvano Aureoles Conejo, correspondientes a la falta de personal médico y de enfermería, la sobre saturación de trabajadores sin perfil y la falta de abasto en medicamentos.