Cuando tenemos falta de ética profesional, caemos en el autoritarismo, en la prepotencia, creemos que somos intocables, señala obispo auxiliar
El obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina Garfías, señaló que el ser un servidor público no da la facultad de faltar el respeto a las personas ya que habla de falta de ética profesional y autoritarismo.
En la tradicional rueda de prensa dominical, cuestionado sobre las declaraciones del subdelegado del ISSSTE, José Manuel Mireles, sobre llamar «Pirujas» a las concubinas de los derechohabientes, indicó el obispo auxiliar, que cualquier servidor público, autoridad civil o servidores de la comunidad no tienen porque faltar al respeto a las mujeres, varones, niños y jóvenes, ya que como servidores públicos se deben a la sociedad y en tener disponibilidad para servir a la población.
De ahí, que puntualizó que el que se les faculte con un nombramiento para ejercer una función no da autorización para ofender o tratar a las personas mal, sino que deben de ser pulcros y cuidadosos en el trato a las personas al servir.
«Cuando tenemos falta de ética profesional, caemos en el autoritarismo, caemos en la prepotencia, creemos que somos intocables, creemos que nadie puede decirnos nada, creemos que somos la última palabra, la última verdad lo que tiene que ver con una actitud soberbia y no tanto de disponibilidad para estar al servicio de la comunidad»
Y también cuestionando la justificación que dio el funcionario de ser términos que se utilizan en la zona Tierra Caliente, señaló Medina Garfías, que culturalmente se pueden asumir determinadas formas de pensamiento y expresiones en la comunicación o en los modos de comportarse, ya que cada región tiene formas típicas propias, pero en el momento de asumir un servicio público se debe modificar el comportamiento.
«Se debe modificar el comportamiento y las expresiones, ya que no soy del pueblito donde yo nací o me crecí, sino que ahora soy una persona que está al servicio de todo tipo de personas y entonces el trato debe ser de más cuidado y responsable y cuidando el respeto a la dignidad humana sin importar su estatus social».
