A mediados de 2025, la industria de la aviación mundial consolida su recuperación, superando los niveles de tráfico previos a la pandemia. Según datos preliminares de Airports Council International (ACI) y análisis de OAG, los aeropuertos con mayor movimiento de pasajeros en junio de 2025 son encabezados, una vez más, por el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta (ATL), con un flujo que supera los 108 millones de pasajeros anuales gracias a su estratégica posición como principal hub de Delta Air Lines.
Le siguen en importancia el Aeropuerto Internacional de Dubai (DXB) con 92 millones, centro neurálgico del tráfico entre Europa, Asia y África; el Aeropuerto de Tokio-Haneda (HND), que recuperó su dinamismo tras la reactivación de rutas internacionales; el Aeropuerto Heathrow de Londres (LHR), el más activo de Europa; y el Aeropuerto Internacional de Dallas/Fort Worth (DFW), impulsado por el crecimiento del transporte doméstico en Estados Unidos.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), históricamente el más importante de América Latina, ha experimentado un descenso en el ranking mundial, ubicándose alrededor del puesto 35, con aproximadamente 45 millones de pasajeros anuales.
Este retroceso se debe a varios factores, entre ellos su saturación crónica, ya que opera muy por encima de su capacidad diseñada, lo que ha generado restricciones en slots y horarios. Además, la falta de inversión en modernización ha mermado su eficiencia frente a competidores globales.
Desde su inauguración en marzo de 2022, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha absorbido parte del tráfico que antes se concentraba en el AICM, particularmente vuelos de carga, charter y algunas rutas comerciales. Sin embargo, su impacto en la reducción de la saturación del AICM ha sido limitado, ya que muchas aerolíneas internacionales y de negocios siguen prefiriendo el AICM por su cercanía con la ciudad y su infraestructura más consolidada. Según cifras oficiales, el AIFA movió alrededor de 12 millones de pasajeros en 2024, una cifra significativa pero aún distante de los grandes hubs globales.
Mientras aeropuertos como Denver (DEN), Estambul (IST) y Singapur (SIN) escalan posiciones gracias a inversiones en tecnología y capacidad, el sistema aeroportuario de la Ciudad de México enfrenta el desafío de optimizar sus dos principales terminales. El AICM requiere urgentemente mejoras en infraestructura y gestión operativa para no perder más rutas internacionales frente a competidores como Panamá (PTY) o Bogotá (BOG), mientras que el AIFA necesita consolidar su conectividad y atraer más aerolíneas comerciales.
Si el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), impulsado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, hubiera sido terminado y operado en 2025, las estimaciones basadas en su diseño original y proyecciones previas sugieren que habría manejado entre 60 y 80 millones de pasajeros anuales, posicionándose entre los 20 aeropuertos más transitados del mundo.
El NAICM fue planeado para atender 68 millones de pasajeros al año en su primera fase (2020-2024), con posibilidad de expandirse a 120 millones a largo plazo. Contaría con 6 pistas (vs las 2 del AICM), lo que permitiría operaciones simultáneas sin restricciones de saturación. El NAICM habría colocado a México en el mapa de los grandes hubs globales, pero su cancelación en 2018 derivó en el escenario actual: un AICM saturado, un AIFA subutilizado y una pérdida de competitividad internacional.