El destino turístico más importante de México enfrenta una crisis significativa, con una disminución de aproximadamente un millón de pasajeros hasta octubre de 2025 comparado con el año anterior. Esta contracción representa cerca del 10% del total de visitantes que Cancún recibía anualmente, situándose en niveles similares a 2019.
La drástica reducción se atribuye principalmente a tres factores clave: la saturación del Aeropuerto Internacional de Cancún, que opera cerca del 95% de su capacidad; la fuerte competencia de nuevos destinos emergentes en el Caribe, particularmente República Dominicana; y el impacto del nuevo Aeropuerto de Tulum, que ha capturado una porción significativa del mercado.
La situación es particularmente preocupante considerando que Cancún genera el 35% de los ingresos turísticos de México. La caída en llegadas internacionales ha afectado directamente la ocupación hotelera, que registra disminuciones del 15-20% en propiedades de gama media, con repercusiones en empleo y economía local.
Frente a este escenario desafiante, autoridades y empresarios de Quintana Roo han identificado cinco factores críticos para superar el auge dominicano y recuperar competitividad. La diversificación de mercados emisores se enfoca en capturar mayor turismo de Europa y Sudamérica, reduciendo dependencia del mercado estadounidense. La reactivación de conectividad aérea busca recuperar rutas perdidas y establecer nuevas conexiones internacionales.
El desarrollo de productos turísticos especializados incluye oferta de turismo de bienestar, reuniones y eventos. La sostenibilidad como diferencial posiciona a Quintana Roo como destino verde y responsable. Finalmente, la mejora en experiencia del visitante requiere inversión en infraestructura y servicios de calidad.
La estrategia busca capitalizar las ventajas comparativas de México, como su riqueza cultural y gastronómica, para competir efectivamente contra República Dominicana, que ha ganado terreno por sus precios más competitivos y agresivas campañas de promoción.
El Aeropuerto Internacional de Cozumel enfrenta su propio desafío, habiendo perdido la ruta Miami-Cozumel que fue transferida al nuevo aeropuerto de Tulum. Esta pérdida representa un golpe significativo para la economía de la isla, tradicionalmente dependiente del turismo de cruceros y buceo.
La comunidad empresarial y autoridades locales están gestionando ante aerolíneas y gobierno federal la recuperación de esta conectividad vital. Argumentan que Cozumel ofrece ventajas únicas como destino de buceo de clase mundial y que la complementariedad con Tulum podría generar sinergias positivas para toda la región, en lugar de competencia destructiva.
El escenario actual presenta desafíos pero también oportunidades para la reinvención del Caribe mexicano. La diversificación de mercados, el enfoque en turismo de mayor valor en lugar de volumen, y la mejora en infraestructura aparecen como caminos necesarios para mantener la posición de México como potencia turística global.
La próxima temporada alta será crucial para determinar si estas estrategias logran revertir la tendencia negativa y recuperar el terreno perdido frente a destinos competidores en el Caribe. La colaboración entre sector público y privado se revela como elemento indispensable para navegar este período de transformación del mercado turístico regional.



