¿PRODUCTIVIDAD DE MÉXICO?
La inversión productiva de México tiene 13 meses en contracción; es decir, está en plena picada según los datos oficiales del Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Y… ¿qué debe de entenderse como inversión productiva?
Simplemente es el acto o actos que realizamos los seres humanos para destinar nuestro dinero, maquinaria, tecnología, fuerza de trabajo, ingenio, para crear, mejorar, producir o expandir, bienes y servicios, dando, con eso, movilidad al fenómeno económico, y obteniendo, por ello, nuevos ingresos para todos los participantes.
Otra cosa distinta son las inversiones financieras, que implican a la especulación.
Un mitin masivo en el Zócalo de la CDMX en apoyo a la pareja presidencial Obrador-Sheinbaum, con costo de cerca de 1000 millones de pesos, no es inversión productiva ni inversión financiera.
Es, simplemente, un absurdo tiradero de dinero, que descubre la estupidez de nuestro gobierno embustero, autoritario y calamitoso.
Dijo la presidente en ese mitin del 6 de diciembre próximo pasado: “Me informan que somos más de 600 mil personas que nos hemos congregado el día de hoy”. ¡Mentira! En ese zócalo de pared a pared no caben más de 86 mil sujetos, con el temor de que se asfixien.
Agregó, además, la presidente: “Celebramos 7 años de transformación.” ¡Falso!; ya que más de 100 millones de mexicanos padecemos las destrucciones y corruptelas de esos 6 años de obradorato directos de primer piso, y el año del segundo piso del máximo López y de la mínima Sheinbaum, siendo lo mismo, pero más, y peor cada día.
Aseveró la presidente: “Por más campañas y alianzas en el extranjero, no vencerán al pueblo de México ni a su presidenta”. ¡Engaño! El pueblo de México es quien está en contra de esa presidente títere, y del titiritero López que la maneja a su antojo; ambos, haciendo alianzas de subordinación frente a Trump, y en contra de México.
“No me vencerán con campañas pagadas”, espetó la presidente; cuando ella es la que las paga, y con el erario público.
Pero, repito, ese costosísimo mitin de acarreados no es inversión productiva, sino un tremendo despilfarro.
Nuestra inversión productiva, con datos del propio gobierno, está por los suelos desde hace más de un año.
Por eso, la dupla presidencial, a través de Sheinbaum, lanzó un ‘SOS’, un grito de auxilio a los empresarios más ricos de México.
“¡Urge inversión!”; supongo que la presidencia de nuestro país (tanto el máximo como la mínima), claman por que se realicen, con celeridad, la mayor cantidad posible de inversiones productivas en territorio patrio.
No les han pedido inversiones financieras, ni que tiren su dinero a lo bobo, ni que apliquen recursos en masivos acarreos electoreros para repletar, inútilmente, al Zócalo de la capital del país. No, nada de eso.
Porque la urgencia de esas inversiones productivas conlleva la exigencia de que, se establezca una auténtica, eficaz y funcional, división de poderes, de que se instituya una fiscalía general de la república que se ajuste a derecho, de que se constituya un congreso que represente a la población y a las entidades federativas, y no sea un rebaño de borregos que obedezcan ciegamente a la dictadura de dos cabezas, de que se instaure un sistema de seguridad pública eficiente, sin cárteles ni delincuencia organizada, de que no se motive el terrorismo con coche-bombas, de que se penalice a todo funcionario mentiroso, y un montón de cosillas similares a las anteriores.
Por ejemplo, el aumento al salario mínimo general, elevado a $315.04 M/N diarios en todo México, y en nuestra frontera norte de $440.87 M/N, es una tomadura de pelo, una gran mentira, ya que los precios de las mercancías viajan en automóvil, y los salarios van a pie.
De esa forma, llegará el día que el salario mínimo general será de cinco millones de pesos diarios, y el kilo de tortilla costará tres millones de pesos.
Otro problema delicado es el del agua, la que ya también centralizaron ese par de autócratas.
Sin agua no hay riego; sin riego no hay siembra; sin siembra no hay cosecha; sin cosecha no hay alimentos; y sin alimentos ni agua, no habrá torneo mundial de futbol en México, que encubra la imbecilidad del mal gobierno.
