“Quedémonos hoy con el mensaje que nos da el Evangelio del Señor, quedémonos con la alegría que nos da la presencia de Nuestra Madre Santísima dándole significado a nuestra vida”
Las campanas del Santuario Guadalupano de Morelia repicaron esta mañana de 12 de Diciembre durante la celebración de la Misa solemne dedicada a la Vírgen de Guadalupe, presidida por Monseñor Herculano Medina Garfias, obispo auxiluar de la Arquidiócesis, quien lamentó que en la actualidad muchas personas por no querer creer o por simple incredulidad se han privado de muchas gracias, de muchas bendiciones de parte de Dios, entre ellas vivir con alegría nuestra vida en medio de nuestras circunstancias adversas “que tenemos”. Desde que fue llamada por El Padre, la Virgen María es motivo de alegría, su presencia y la de Nuestro Señor Jesucristo, sostuvo.
En este tiempo del Adviento, que es la preparación para la llegada del Niño Jesús, El Salvador, celebra la Iglesia Católica la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, exaltó, actualizando y prolongando en el tiempo lo que sucedió en 1531, por lo que, cerca de que se cumplan los 500 años del milagro de la aparición de la Reina de México, la Conferencia del Episcopado Mexicano se dispone a preparar la novena, o sea 9 años de preparación para celebrar los 5 siglos de la presencia de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe en nuestra patria, celebró, motivo de alegría y que debe de ser una alegría desde el corazón para los fieles, venida del Espiritu Santo.
Concelebrada la Eucaristía con el padre Jesús, párroco de la Inmaculada, demarcación a la que pertenece el Templo de San Diego, y por el padre rector Javier Gordillo, en presencia de los fieles, el obispo auxiliar pronunció que “si estamos vacíos de Dios y de su Santo Espíritu queremos llenar ese vacío con muchas otras realidades del mundo que son pasajeras, o como decía el Papa San Juan Pablo II: son paraísos artificiales que duran un momento y desaparecen”, por ello convocó a los ahí reunidos: “quedémonos hoy con el mensaje que nos da el Evangelio del Señor, quedémonos con la alegría que nos da la presencia de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe dándole significado a nuestra vida”.
Llamó a los fieles a acoger a la Morenita “en nuestra casita sagrada”, como dijo el Papa Francisco en su visita a México en 2016, es decir, “que viva en cada uno de nosotros, y acojámomos a su amorosa y bendita protección”.
Finalmente tuvo lugar la bendición de las rosas, símbolo de cuando la Virgen pidió a Juan Diego las presentase antee el obispo como prueba de que Ella le había pedido construir en árido cerro del Tepeyac su Santuario.
