Desde temprano pequeños acompañados de sus padres o maestros se dieron cita en el jardín de Villalongín para partir al primer cuadro de la ciudad
Entre disfraces de pollitos recién salidos del cascarón, mariposas, flores, tigres, leones, abejas y demás figuras de animales, cientos de niños participaron en el tradicional desfile por motivo del inicio de la primavera.
Desde temprano los pequeños acompañados de sus padres o maestros, fueron llegando a la cita en el jardín Villalongín; entre infinidad de colores, brillos y texturas, el desfile arrancó con una banda de Guerra al frente, un contingente de niños Down que conmemoraron el día de la no discriminación por su condición, además de autoridades municipales.
Cada uno de los contingentes de niños y niñas haciendo acto de presencia, desde los que iban en sus carriolas o carritos montables empujados por sus papás, hasta los que realizaban ejercicios de gimnasia sobre colchonetas; siempre acompañados por una canción infantil.
Otros más, bailando junto a un Torito de Petate que se acompañaba de banda de viento, el ánimo y las sonrisas eran la imagen del desfile, niños bailando otros más jugando a hacer burbujas, los padres cuidando los contornos de los contingentes para evitar que los menores se salieran y otros más realizando las coreografías para que no se les olvidarán a los pequeños.
Por lo que en un colorido desfile los niños desde maternales hasta algunos de preescolares y primarias disfrutaron de mostrar sus mejores disfraces y pasos de baile y de camino pasear, aunque sea temprano por la avenida Madero para llegar frente a catedral, donde la promesa de un premio los esperaba.



