El halloween ya ha sido desplazado dando paso a la mexicanidad, a la tradición ancestral de rendir en celebración el culto a la muerte desde la vida
Ofrendas, altares y tapetes colocados con esmero y dedicación por alumnos de instituciones, personal de dependencias e indígenas artesanos, así como catrinas y catrines, esperan a los paseantes y visitantes en las diversas plazas del Centro Histórico de Morelia a lo largo de estos días. La ciudad capital decorada en Cempazuchitl y adornada de mil colores reviste la celebración especial de Noche de Muertos.
Morelia revestida en sus plazas, calles, la calzada, las cerradas y los edificios que han sido colmados de papeles coloridos y la eterna flor mortuoria, así como de catrinas. El halloween ya ha sido desplazado dando paso a la mexicanidad, a la tradición ancestral de rendir en celebración el culto a la muerte desde la vida. Se acabó la alusión a personajes de películas de terror extranjeras, nada qué ver con la fiesta tradicional de los mexicanos, y en particular de los michoacanos.
Y ahora más aún de los morelianos. La idea de ir recuperando la localía ha sido exitosa desde las tareas reiniciadas de la Secretaría de Turismo primero estatal, en el gobierno anterior, y ahora desde el ramo local en la actual administración del Ayuntamiento de Morelia. Roberto Monroy García se ha dado a la empresa de que además de preservar la colocación de flores de muerto y el papel picado formando hermoso altares y ofrendas, la Noche de Muertos se vea coronada con eventos como el desfile de catrinas, el mapping alusivo y el encendido especial de Catedral.
Morelia señorial convertida en un enorme paseo enmarcado, para gusto de todos, y con esa tradición extendida a las escuelas que también han dejado detrás la fiesta extranjera para inculcar en niños y jóvenes la vocación por preservar esta bella celebración mexicana.
En los panteones y las casas también se vive la espera de los fieles difuntos, con la reunión de las familias en torno a sus deudos a quienes les han montado los tradicionales coloridos altares de tres niveles, con sus platillos favoritos, o les visitan en sus tumbas para orar y llevarles flores, acompañandoles en la jornada nocturna.
Las velas encendidas, de noche, se sumarán a ese escenario de belleza, respeto, tradición y celebración.



