Otros fieles arriban al Santuario de rodillas para darle gracias por algún milagro recibido
La lluvia y el frío no merman la fe de los devotos de la Virgen de Guadalupe quienes, en vísperas de su cumpleaños, con flores y música, en grupos peregrinan para visitarle en su santuario.
Ataviados de inditas, ellas, y ellos de Juan Diego, avanzan desafiando el clima para llegar al Templo de San Diego en esta capital, para cantarle con banda o mariachi las mañanitas a Nuestra Madre Celestial. Esto ha venido ocurriendo desde el fin de semana pasado y este jueves no fue la excepción.
Los contingentes desfilan por la Avenida Madero e ingresan en la calzada Fray Antonio de San Miguel con paso acompasado, algunos bailan, otros llevan globos en ese colorido desfile de fe y esperanza en que al llegar al recinto guadalupano lo hacen de manera solemne.
Así también, otros fieles que van solo en familia o en par avanzan de rodillas por el largo camino empedrado y hoy mojado por la lluvia, para agradecer a la Morenita los favores y milagros. Para darle gracias y venerarle. Todos arriban para acercarse hasta el altar donde amorosa les espera la Virgen de Guadalupe, Reina de México y Emperatriz de América, para pedirle que nos siga cubriendo a todos sus juandieguitos bajo su Santo Manto de amor y protección.