Dos grupos de ingenieros de la SCT prometieron enmendar daños, siempre y cuando sean comprobados de que surgieron a raíz de los trabajos
El Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma de Santa María expresó públicamente que la Secretaría de Comunicación y Transporte (SCT) reconoce que existen daños estructurales en las casas cercanas del túnel 2, del Ramal Camelinas.
Pese a que el Ayuntamiento de Morelia y la SCT han manifestado que no hay denuncias o quejas por afectaciones, derivado de las explosiones y construcción del Ramal Camelinas, dos grupos de ingenieros de la dependencia federal han prometido enmendar los daños, siempre y cuando sean comprobados de que surgieron a raíz de los trabajos.
Para hacer legal la intención, los vecinos hicieron firmar a los expertos una minuta de trabajo, donde exponen todas las anomalías. Cabe destacar que con esta minuta, la SCT les da la razón a los ciudadanos de que por las explosiones existen daños colaterales a la Loma de Santa María.
En la minuta, los vecinos anotaron las explicaciones que hicieron los ingenieros, donde hablaron de los perjuicios que ha sufrido el Acueducto de Morelia, ya que a unos metros de la entrada de dicho túnel, existen vestigios de su origen, considerados éstos como Patrimonio de la Humanidad.
“Hay grietas en la plancha de cemento que colocó la empresa constructora para proporcionar estabilidad al monumento, los taludes están en riesgo”, anotaron.
Prometieron hacer visitas periódicas para determinar el deterioro general, así como en las casas afectadas, donde harán las reformas necesarias, sin costo alguno, a cuenta de la dependencia federal y de la empresa constructora.
Asimismo, Hugo Salas, vecino y representante de la organización, puntualizó que las detonaciones han incrementado, para lo cual la SCT le ha pedido a la constructora (PROCOM) establecer un horario, de ahí que a las 13:15 comiencen todos los días a retumbar las casas.
Las detonaciones han ocasionado que bajen piedras y lodo al rodamiento, éstas a su vez han taponeado los drenajes del fraccionamiento, los cuales ahora generan problemas de encharcamientos severos a consecuencia del azolve.
Por lo anterior, los vecinos están ocupados en construir un censo de los daños, el cual entregarán a las autoridades, con la finalidad de demostrar los daños y evitar así que los funcionarios se laven las manos por falta de denuncias.