Cumplido el primer año de este gobierno saludan los jerarcas católicos el avance constitucional y cultural en este mandato encabezado por vez primera por una mujer
Cumplido el primer año del sexenio de Claudia Sheinbaum los obispos del país agrupados en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), reconocen «el avance constitucional y cultural» que ha significado el primer año de gobierno de quien es la primera presidente mujer en el país. Pero quedan pendientes por resolver, están ciertos.
En un posicionamiento público emitido este primero de octubre reconocen que el primer gobierno mexicano encabezado por una mujer ha enfrentado grandes retos tanto en el ámbito nacional como en el de las relaciones internacionales, pero el problema de la falta de seguridad y del estado de derecho en México «dista mucho de haberse resuelto sin duda y nuestras comunidades todavía sufren el agobio del crimen», afirman. Sin embargo, constatan que la estrategia de seguridad propuesta desde hace un año por la actual presidenta, además de la campaña de desarme y las reformas para combatir al crimen organizado comienzan a rendir frutos.
Señalaron los obispos de las diócesis del país que la CEM reitera su ofrecimiento de seguir apoyando en la búsqueda de la paz y la concordia, y continúa sus labores confiando en que los acuerdos de la Agenda Nacional de Paz sigan arrojando resultados significativos para el pueblo de México, pues no pasan por alto los jerarcas católicos del país la disminución de la violencia que tiene que ir de la mano de la disminución de la corrupción «cáncer social de inimaginables alcances que tanto daño causa a la esperanza de un México próspero». Auguran en esta misiva pública mayores logros en este rubro para consolidar «la paz desarmada y desarmante a la que nos ha invitado el Papa León XIV desde el inicio de su pontificado».
También observan que la situación socioeconómica del país a pesar del bajo crecimiento económico que viene arrastrándose desde anteriores administraciones seccionales, permite contemplar una reducción significativa de coeficiente de desigualdad, y aprecian los obispos en todo lo que valen los logros alcanzados en esta materia. No obstante, «no se nos oculta que el grave lastre histórico de la pobreza se halla todavía lejos de disminución».
En lo tocante a las relaciones internacionales saludan los jerarcas católicos del país los esfuerzos diplomáticos y de negociación «que han impedido una colisión de grandes alcances con nuestros principales socios comerciales». En tanto en el punto de un estado de derecho, del federalismo cooperativo y de separación equilibrada entre los poderes han afirmado que la reforma judicial «distó mucho de ser un proceso pulcro y democrático» tal como lo afirmaron en su momento, por lo que han vuelto a exhortar a la defensa del imprescindible acceso generalizado a la justicia, así como hacen votos para que la inminente reforma electoral consolide el reconocimiento del pluralismo que caracteriza a la sociedad mexicana
Firmado por Monseñor Ramón Castro Castro, quien es el presidente de la CEM y obispo de Cuernavaca, así como por Monseñor Héctor Pérez Villarreal, obispo auxiliar de México y secretario general, termina el documento señalando que valoran los esfuerzos del gobierno de Claudia Sheinbaum por garantizar la libertad religiosa de conciencia, de credo, de culto y de pensamiento y hacen votos porque «sigan ensanchándose los cauces de entendimiento entre las instancias seculares y religiosas respetando la laicidad del Estado con miras a beneficiar al noble pueblo de México que distinguió con su presencia hace cinco siglos a Nuestra Madre María de Guadalupe».