Con 14 diputados ausentes y sin la presencia del gobernador ni parte de su gabinete, el homenaje a Yareni Carla Pérez Vega y Adriana Hernández Vega se convirtió en una ceremonia deslucida
Con más ausencias que presencias, la 76 Legislatura llevó a cabo la entrega de la condecoración «La Mujer Michoacana 2025» en un evento que bien podría describirse como un acto protocolario sin público.
Con 14 diputados ausentes y sin la presencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, ni parte de su gabinete, el homenaje a Yareni Carla Pérez Vega y Adriana Hernández Vega se convirtió en una ceremonia deslucida.
Las sillas vacías no solo fueron las de los legisladores, sino también las de los asistentes habituales.
El patio principal del Palacio Legislativo, que en otros años se llenaba con funcionarios de distintos niveles de gobierno, esta vez quedó casi desierto.
De hecho, el acceso, que normalmente es un embrollo de seguridad y filtros, estuvo más libre que en una sesión ordinaria.
Afuera del recinto, integrantes de la Sección XVIII de la CNTE protestaban exigiendo la destitución de Gabriela Molina Aguilar, titular de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE).
Sin embargo, la funcionaria también optó por no asistir, dejando su ausencia como única respuesta a las demandas del magisterio.
El homenaje continuó en medio de la frialdad del Congreso.
En un espacio donde usualmente los legisladores llevan hasta invitados y reservan lugares adicionales, la entrega de la condecoración transcurrió con más eco que aplausos.
