En un “recuento diferente”, el analista expuso que las finanzas estatales están vulnerables y la economía es irregular, muy dispareja y con tendencia a crecer poquito
Michoacán atraviesa tres momentos económicos en lo referente a su estructura financiera gubernamental y por ello la riqueza que se genera en la entidad y la renta estatal es muy chica para la población del estado y no ha permitido que la demanda se logre satisfacer, afirmó Heliodoro Gil Corona, académico de la Universidad Michoacana y experto en Finanzas, tras hacer una especie de “recuento diferente” en el asunto de finanzas reportado por gobierno estatal en estos primeros tres años de la administración sexenal. Dijo que el crecimiento de la economía así como también de la renta estatal, como de la generación de empleos, están desacelerados, y ligado a ello aparecen fenómenos como la desigualdad, la pobreza, y las haciendas públicas muy débiles, no solo estatal sino también las municipales.
Estrictamente hablando sobre lo estructural y lo de fondo, revisó tres momentos económicos dentro de la irregular economía de Michoacán que es muy dispareja y con tendencia siempre a crecer poquito, y ese es uno de los puntos más importantes. Sustentó que si bien registró la economía un ligero repunte por arribita del 3 por ciento del 2021 al 2023, para este 2024 la economía se ha desacelerado y apunta a un crecimiento solo del 1.6 por ciento.
Durante el análisis presentado por el maestro en Economía esta media tarde en el noticiero de Respuesta Radio, dijo que en promedio el crecimiento de la economía de este primer trienio sería de 2.8 por ciento anual, porcentaje ligeramente menor con respecto al periodo del gobierno estatal anterior de Silvano Aureoles que abrió en que se registró un 3.4%l por ciento en el mismo periodo.
En tanto que referente a la renta estatal, Gil Corona expuso que en estos tres años creció 3.2 por ciento que dividida arroja un incremento muy marginal del producto per cápita de los trabajadores ocupados tanto formales como informales. Lo cual es un síntoma de lo que está pasando en la creación de ingreso estatal, refirió, y tomando en cuenta la masa laboral Michoacán debería tener una cifra de trabajadores formales asegurados ante el IMSS de por lo menos 600 mil puestos pero al corte de agosto pasado solo se tiene un registro de poco más de 478 mil puestos laborales, con la perspectiva de que el empleo en los últimos tres años se ha venido desacelerando y es un problema recurrente en los sectores tanto público como privado.
Gil Corona también sostuvo que otro punto es la capacidad del Estado para atraer divisas e impulsar la actividad productiva en la entidad, es decir, el ahorro externo en que también en los últimos años hay una desaceleración importante en la exportación del 2022 al 2024, con una disminución del 2.1 por ciento esperada al cierre de este año.
El sector agrícola que es el primario en la entidad tiene una estructura de 65 por ciento del campo y 35 por ciento de productos industriales en que este que es el sector que genera manufactura procesos de innovación o que es el más propenso a los procesos de innovación, tecnología y ciencia para el desarrollo está en pleno declive, lo cual “debe ser una preocupación importante que no se debe soslayar”, alertó sobre el sector agrícola de la entidad.
Y es que para el reconocido economista “en el ánimo de dar cuentas alegres” en el pasado tercer informe gubernamental todo pareciera que estamos en “bonanza para una especie de economía ficción, pero hay que ponerle suelo”. Además de que agregó que la inversión extranjera directa en Michoacán también es marginal.
Respecto a las finanzas públicas abundó el especialista y académico que desde Humberto Suárez pasando por Carlos Maldonado y hasta el actual Luis Navarro, todos los titulares de la Secretaría de Finanzas estatales han dicho lo mismo: que hay finanzas sanas, que están en equilibrio, que no hay ningún problema y hay capacidad económica, pero la verdad es que las finanzas de Michoacán están sumamente vulnerables, acusó, pues los pasivos presupuestales en los últimos tres años en promedio son de 5 mil 500 millones de pesos, pero se han “corregido” únicamente con apoyos extraordinarios de la Federación.
Y derivado de ello “hay un exceso de uso de deuda pública que nadie ha querido detener”, específico, y la deuda pública no solo se ha reflejado en la inversión productiva sino que también se ha utilizado para resolver temas de deficiencia operativa o funcional de los gobiernos del estado. Lo cual viene desde las administraciones estatales del 2003 hasta este actual.
Alertó que se ha perdido la capacidad de generar ahorro público, ahorro interno público para atender necesidades de inversión productiva. El estado debería tener en perspectiva por lo menos 5 mil millones de pesos anuales para atender necesidades de infraestructura que mezcladas con la parte federal, municipal y de la iniciativa privada habría apoyo importantísimo para el desarrollo económico de Michoacán. Eso se ha perdido porque el tamaño de la deuda es muy oneroso.
Los problemas de fondo, entonces, enfatizó, no se han resuelto. En este gobierno de Michoacán son los pendientes que hacen vulnerable la situación económica y las finanzas públicas del estado.
