“Dios la bendiga a usted, y a todos los mexicanos, reiteramos nuestra voluntad de sumarnos a esta dinámica para convivir con justicia y solidaridad”, le dicen a horas de asumir la Presidencia
Tras felicitar a Claudia Sheinbaum Pardo quien será en unas horas presidenta de México, los obispos del país han declarado “nos parece que la realidad habla por sí misma y exige de manera inmediata políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos”. Estas políticas deben ser impulsadas y garantizadas desde el Gobierno de la República por el mandato constitucional que tiene y por las herramientas y los recursos con los que cuenta para lograr el propósito de la paz social.
“Nunca más el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”, han clamado los jefes pastorales de todas las diócesis de México en una misiva pública emitida por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dirigida a la próxima mandataria del país y publicada este lunes.
Tenemos la convicción, dicen, de que México debe ser un país donde gobierno y ciudadanos respeten las leyes teniendo como marco de referencia la Constitución “con la que nos identificamos y que no puede ser violentada por sectores sociales o políticos que pasen por encima del conjunto de la nación”. Han dicho estar convencidos con millones de mexicanos que México está llamado a volver a vivir un verdadero Estado de Derecho democrático constituido por una Federación de estados autónomos, con equilibrio de poderes “que nos hace ser una República confiable para todos”. Sin confianza no hay desarrollo ni futuro estable, han dejado claro los jefes pastorales.
A unas horas de que tome posesión como presidenta de la República Mexicana Claudia Sheinbaum, los obispos de México le desearon un buen inicio de sexenio y una fructífera gestión como servidores políticos del pueblo mexicano durante el periodo 2024-2030. Y como pastores de la Iglesia Católica de México, pero también como ciudadanos mexicanos además de felicitarle, le han enviado oraciones y buenos augurios, “pero nos permitimos expresar los sentimientos de esperanza que tenemos al comienzo de esta nueva etapa de gobierno, tratando de reflejar lo que hay en el ánimo de millones de ciudadanos”.
Enfatizan que México es un gran país en primer lugar por su gente y también por múltiples dones naturales y culturales con los que ha sido bendecido a lo largo de su historia, un pueblo muy apreciado en el mundo por su hospitalidad y calidez “y por eso genera generosidad y creatividad que debe ser custodiado cuidadosamente”.
“Creemos -dicen a Sheinbaum- que al llegar por primera vez a la Presidencia de la República una mujer, sabrá tener una gran sensibilidad y respeto impulsando todo aquello que redunde para el bien y desarrollo social de todos los ciudadanos”.
Los obispos del país dicen a la próxima presidenta de México que muy importante será trabajar también con seriedad y visión en el mejoramiento del sistema educativo mexicano, tan descuidado recientemente por políticas públicas limitadas en los recursos y por la visión carente de un verdadero humanismo que forje el espíritu de la niñez y la juventud mexicana para un mejor desarrollo en el presente y futuro. Se necesita un nuevo pacto educativo que involucre a todos los protagonistas en esta que es una de las tareas más importantes de toda la sociedad, convocan.
“Desde el pensamiento humanista de la Iglesia, reconocemos la dignidad de toda persona como un principio inviolable y fundamento de todos los derechos humanos”, exponen en esta carta abierta donde también afirman reconocer en la libertad un valor fundamental y trascendente que se debe promover articulando su implementación con el ejercicio de la responsabilidad.
Hacen énfasis en que es necesario vivir en un Estado democrático que respete los derechos humanos para todos los ciudadanos, fortaleciendo las instituciones que garantizan el ejercicio pleno de estos derechos y fomentando una cultura de respeto mutuo y participación ciudadana.
México tiene grandes retos que son oportunidad para crecer en participación y diálogo, superando la polarización, hacen el llamado, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas, sin aniquilar a las minorías, para construir desde el dialogo y el consenso, el proyecto del bien común para que la sociedad mexicana viva en paz.
“Dios la bendiga a usted, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México, y a todos los mexicanos, miembros de esta nación, reiteramos nuestra voluntad de sumarnos a esta dinámica para convivir con justicia y solidaridad para todos”, la bendicen y hacen votos porque Santa María de Guadalupe “nos ayude a valorar toda la riqueza de nuestras raíces históricas comunes que nos hacen ser una sola Nación”.
El documento es firmado por Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, presidente de la CEM, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán, vicepresidente, y Monseñor Ramon Castro Castro, Obispo de Cuernavaca y secretario.