Han generado descontento entre la ciudadanía, el cual quedó de manifiesto en las urnas
Las elecciones del pasado 2 de junio marcaron el fin de una era para los hermanos Conejo, quienes sufrieron una derrota catastrófica contra sus adversarios políticos.
Antonio García Conejo, candidato a una diputación local por el distrito 16 de Morelia, abanderado por el Partido Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), solo obtuvo 21 mil 768 votos, representando el 25.5121 por ciento de los sufragios.
Esto lo dejó en la segunda posición, muy por debajo de Juan Carlos Barragán Vélez, candidato de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, quien obtuvo 36 mil 330 votos.
Antonio García Conejo, originario de Carácuaro, ha vivido del erario público durante 16 años, desempeñándose como presidente municipal, diputado local, diputado federal y senador de la república.
Su hermano, el exgobernador michoacano, Silvano Aureoles Conejo, también sufrió una derrota significativa.
Buscaba una diputación federal en la quinta circunscripción de la Heroica Zitácuaro, pero quedó en segundo lugar, muy por debajo de Mary Carmen Bernal Martínez de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, quien obtuvo 95 mil 153 sufragios, representando el 54.7123 por ciento.
Aureoles solo logró el 26.9758 por ciento de los votos, con 46 mil 915 sufragios.
Ambos políticos han ocupado diversos cargos públicos desde el año 2007, sumando 15 años en la vida política.
En este proceso electoral, se aferraron a la obtención de candidaturas, sin embargo, su prolongada permanencia en el poder y su afán por seguir controlando espacios políticos ha generado descontento entre la ciudadanía, el cual quedó de manifiesto en las urnas.
El intento desesperado por mantenerse en la esfera política llegó a su punto álgido cuando ambos políticos fueron señalados como los autores intelectuales de la toma de las instalaciones del PRD durante el proceso electoral.
Este acto, lejos de sumar apoyos, parece haber provocado un rechazo aún mayor por parte del electorado.
Ahora, tras esta contundente derrota en las urnas, los Conejo se verán obligados a replantearse su futuro político y buscar otros espacios donde ejercer su influencia.
