La lucha por el territorio continúa
Tierra Caliente, Mich.- La Tierra Caliente de Michoacán vuelve a mostrar su rostro más crudo, ese que crece entre la maleza, se oculta en las veredas y se atrinchera en lo alto de los cerros. En un despliegue coordinado de seguridad, los elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, junto a autoridades locales, realizaron un triple hallazgo que da cuenta del persistente control territorial que busca mantener la delincuencia organizada en esta región.
La primera escena se desarrolló cerca de la localidad de Santiago de Acahuato, en el municipio de Apatzingán. Ahí, sobre un camino de terracería y entre la vegetación densa, los militares detectaron un plantío de aproximadamente 32 metros cuadrados cubierto de hierba verde, al parecer marihuana.
La maleza crecía en línea, cuidada, como si alguien la hubiese sembrado con esmero. Al inspeccionar más a fondo, hallaron 241 pequeñas plantas, evidencia de que el sitio era más que un experimento, era parte de una cadena de producción.
Mientras tanto, en un operativo paralelo cerca de la comunidad de Cerro Blanco, también en Apatzingán, la amenaza tenía forma de metal y pólvora. Sobre otro camino rural, los uniformados detectaron nueve artefactos explosivos de tipo mina. La tierra ocultaba un peligro que no distingue entre pasos civiles o militares.
Con protocolos de seguridad extremos, especialistas en explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional procedieron a desactivarlos y destruirlos en un esfuerzo por limpiar el terreno de estas narcominas.
La tercera escena transcurrió en el municipio vecino de Parácuaro, en una zona serrana aledaña a la localidad de Puerta Chica. A pie y en vehículos, los militares encontraron lo que parecía un campamento improvisado. Lonas, restos de comida, ropa desgastada. Nadie estaba ya ahí, pero el sitio hablaba de presencias recientes. Tras revisar el área, los uniformados procedieron a incinerarlo, desmantelando uno más de los puntos que presuntamente sirven de resguardo a células del crimen organizado.
Tres sitios distintos. Tres tipos de hallazgos. Una misma realidad. En el corazón de Michoacán, la lucha por el territorio continúa, y aunque los operativos avanzan, la maleza, las narcominas y los narcocampamentos siguen siendo signos persistentes de un conflicto que no da tregua. RED 113 MICHOACÁN/Redacción