Aseguró que únicamente el homicidio del expresidente municipal de Uruapan presenta avances reales, aunque aclaró que estos se han dado “con reservas”
El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, sostuvo que la administración encabezada por Alfredo Ramírez Bedolla acumula siete asesinatos de alcaldes sin que exista justicia efectiva en la mayoría de los casos.
Antes de detallar los nombres de los ediles asesinados, el líder priista expuso que todos los crímenes comparten un rasgo puntual, la impunidad.
Aseguró que únicamente el homicidio del expresidente municipal de Uruapan presenta avances reales, aunque aclaró que estos se han dado “con reservas”.
Afirmó que la mayoría de los detenidos en otros casos correspondían a delincuentes de bajo perfil.
Recordó que la lista de alcaldes asesinados inició con Enrique Velázquez Orozco, de Contepec y militante del PRI, fallecido en febrero de 2022.
Continuó con César Valencia Caballero, asesinado en marzo de ese mismo año; Guillermo Torres, de Churumuco, en marzo de 2024; Yolanda Sánchez Figueroa, de Cotija, en junio de 2024; Salvador Bastida García, de Tacámbaro; Martha Laura Mendoza, de Tepalcatepec, el 6 de junio de 2025, y finalmente Carlos Manzo Rodríguez, de Uruapan.
En su tradicional conferencia semanal frente a los medios de comunicación, Valencia Reyes afirmó que nunca antes una investigación por el homicidio de un alcalde había tocado estructuras criminales de alto nivel.
“No teníamos Fiscalía, la actual administración le hizo mucho daño a la Fiscalía del Estado. Es la primera vez que existe una investigación del homicidio de un alcalde y haya al menos detenidos y una línea clara de investigación con la participación de fuerzas federales, pero nunca antes había tocado altos mandos del crimen organizado para señalar la criminalidad y la participación del crimen organizado, siempre detenían a chalancillos”, manifestó.
El dirigente subrayó que el recuento de ediles asesinados evidencia el deterioro de las condiciones de seguridad y, sobre todo, la ausencia de resultados reales en las investigaciones.
