En México, tanto la Ley Federal del Trabajo, como los jueces procesales, reconocen el periodismo como un oficio y no como una profesión
A nivel mundial, México es el país más mortífero para la prensa, donde cerca del 100 por ciento, de las desapariciones y asesinatos contra comunicadores, queda en la impunidad.
Así lo manifestó Sara Lidia Mendiola Landeros, directora ejecutiva de Propuesta Cívica, durante su conferencia magistral “El intento de censura a las y los periodistas a través de la manipulación de actores de relevancia pública de las instituciones jurídicas”, impartida en la sede de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).
Añadió que, en México, tanto la Ley Federal del Trabajo, como los jueces procesales, reconocen el periodismo como un oficio y no como una profesión, lo cual pone en desventaja procesal a los comunicadores y genera la necesidad de que los congresos locales, reformen las leyes para proteger la libertad de expresión.
“Nos topamos con congresos que nos preguntan que, cómo les pedimos, que reformen la ley, cuando los periodistas en el pasado, los han intentado criticar y nos toca escuchar las historias de dolencia de los legisladores y la respuesta, es que, ellos como autoridad, tienen una obligación a nivel constitucional, de hacer que los derechos humanos en este país se respeten y se garanticen, no a traer sus dolencias personales, en torno a que en algún punto de su vida, fueron criticados por algún periodista”, enfatizó.
Mendiola Landeros, destacó que, los periodistas en México sufren y padecen ciberespionaje, amenazas, acoso, persecución, desaparición e incluso la muerte, quedando en la impunidad más del 98 por ciento de los casos.
Además, aseguró que, la falta de leyes adecuadas y el desconocimiento de las autoridades provocan que, al momento de que, los periodistas son demandados, los casos sean tratados como conflictos entre particulares, en lugar de considerarse bajo el ámbito de la protección de la libertad de expresión y los derechos humanos, aunado a que se les pretende imponer sanciones económicas “estratosféricas”.
Manifestó que, es crucial que se reconozca al periodismo como una profesión con las garantías y protecciones necesarias, para que los periodistas puedan realizar su labor sin miedo a represalias.
Señaló que, la reforma de las leyes locales es urgente para evitar la manipulación y censura que ponen en riesgo la integridad y la vida de quienes ejercen el periodismo en el país.
