Durante la última sesión del segundo año legislativo, los escaños se transformaron en escaparates de regalos decembrinos
A unos días de Navidad y del cambio de calendario, el Congreso del Estado vivió una despedida de año poco convencional.
Durante la última sesión del segundo año legislativo, los escaños se transformaron en escaparates de regalos decembrinos.
Había botellas de vino tinto, mezcal de alta gama y canastas con dulces regionales.
Pero entre todos esos presentes, destacó uno que no pasó desapercibido, una mochila roja, con los colores distintivos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acompañada de una caguama cuidadosamente integrada al diseño del obsequio.
El autor de la escena fue el diputado local y dirigente estatal priista, Guillermo Valencia Reyes, quien decidió regalar a sus compañeros legisladores el ya célebre kit caguamero, consolidando así una imagen que ha cultivado con disciplina y sentido del humor.
Valencia Reyes se ha caracterizado por hacer pública su afición por las caguamas, utilizándolas como referencia habitual en encuentros con la prensa y como recurso simbólico en su relación con amigos y adversarios políticos, a quienes suele sugerir una bebida de este tipo como método para aclarar ideas y redefinir rumbos.
Fiel a ese estilo, Memo Valencia cerró el 2025 con una postal legislativa difícil de olvidar, mochilas rojas, caguamas visibles y una sesión que, sin romper el protocolo, dejó constancia de que la política también se escribe con caguamas.
