Su dirigente criticó duramente que comunidades enteras estén siendo abandonadas, sin que desde la presidencia se emita una sola palabra
Con un diagnóstico sombrío sobre la situación de seguridad en el Estado, el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, responsabilizó a la presidencia de la República por ignorar deliberadamente la violencia en Michoacán y sugirió que podría tratarse de una estrategia encubierta para facilitar el control territorial por parte de grupos criminales.
El también legislador local, criticó duramente que comunidades enteras estén siendo abandonadas, sin que desde la presidencia se emita una sola palabra a su juicio, esta omisión no es casual.
“Las minas terrestres, los narcodronazos, los enfrentamientos… de eso no quiere hablar la presidenta. Pareciera que alguien les está haciendo el trabajo para dejar vacías ciertas zonas”, expuso.
También reclamó a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por su estilo de gobierno, en el que constantemente traslada la responsabilidad al gabinete de seguridad.
Lejos de quedarse en la denuncia, el líder priista presentó datos duros, en los meses de junio y julio, Michoacán se colocó en el sexto lugar nacional por homicidios dolosos, acumulando 106 ejecuciones.
Con sarcasmo, celebró que al menos esta vez las cifras oficiales coincidan con las de los medios de comunicación y en esta ocasión el gobierno federal no haya desaparecido muertos.
Valencia fue más allá y acusó directamente al gobierno federal de proteger a políticos ligados al crimen con personajes como Adán Augusto y su camarilla de “delincuentes” que gozan de privilegios.
Situación por la que consideró la ley solo se aplica contra opositores, profundizando el desprestigio internacional del país.