Sostuvo que su nombramiento fue producto de un procedimiento constitucional, tanto del Poder Legislativo como del Ejecutivo
Carlos Torres Piña aseguró que su designación como titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) se dio con apego a derecho, luego de rendir protesta ante el Congreso.
A pregunta expresa, rechazó rotundamente sentirse señalado como el segundo “fiscal carnal” en la historia de Michoacán.
En sus palabras, sostuvo que su nombramiento fue producto de un procedimiento constitucional, tanto del Poder Legislativo como del Ejecutivo.
“No comparto esa opinión porque la decisión que tomaron los diputados fue conforme a derecho, fue una atribución constitucional que tiene el Poder Legislativo, por supuesto el Ejecutivo. Creo que se dio con todo este proceso, se cumplió con lo legal, fue tal y como el pueblo de Michoacán lo decide, ahora solo resta trabajar de la mano de la ciudadanía”, remarcó.
Aunque defendió la legalidad del proceso, también reveló que renunció a su cargo como secretario de Gobierno (Segob) a mediodía del mismo domingo 27 de julio, confirmando que su llegada a la Fiscalía ya estaba negociada y acordada con anterioridad.
Este hecho generó cuestionamientos directos sobre si su dimisión respondía a que tenía certeza de que el voto de los legisladores estaba asegurado, pero la interrogante fue evadida.
Torres Piña también compartió que durante su comparecencia ante los diputados, puso sobre la mesa una serie de compromisos institucionales.
Entre los ocho temas prioritarios que planteó, destacó una coordinación estrecha con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Civil, Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y los gobiernos municipales.
Subrayó que una de sus principales líneas de acción será el combate a la extorsión, delito que advirtió se ha convertido en un flagelo recurrente para productores y comerciantes de Michoacán.
