Buscan a sus detenidos desaparecidos por el Estado en su lucha incesante y en este día en que para ellas no hay nada por festejar
Madres buscadoras acompañadas de familiares han exigido a las puertas del cuartel de la 21 zona militar la aparición de sus hijos este 10 de mayo en que no hay sonrisas ni alegría sino mucha tristeza, lágrimas en sus ojos y total desesperanza ante la pérdida de sus hijos desaparecidos detenidos a quienes buscan encontrar, y por quienes no cesarán su lucha a pesar de no contar con el apoyo de ningún tipo de autoridad, ni de gobierno ni de otras instituciones: «dónde están? nuestros hijos dónde están?», es el reclamo en este día en que para ellas no hay nada por festejar.
Con ese dolor guardado por años han marchado este día desde el complejo deportivo Venustiano Carranza hacia la sede castrense unidas por esta profunda pena, pero también alzando la voz y sin dejar atrás su lucha, acompañándose unas a otras en esta dolorosa tarea. Ahí, a las afueras del lugar han colocado las mantas y pancartas con el rostro de sus desaparecidos detenidos, exigiendo su aparición con vida, habiendo hecho el pase de lista con el nombre de los hijos de las madres ahí presentes que con voz entrecortada les fueron mencionando uno a uno.
Llevan visibles los signos de las horas de desvelo y de lágrimas así como de impotencia ante la pérdida de sus seres queridos, sus hijos, por desaparición forzada. Pero la fuerza no las abandona y continuarán su lucha, pues del dolor han sacado la fuerza para continuar y su tristeza no ha apagado el grito y la consigna «hijo, escucha, tu madre está en la lucha, hasta encontrarte».
“Si desaparezco abracen a mi mamá”, han pegado la frase con enormes letras en esa parte del Acueducto de Morelia las mamás buscadoras del Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas, que participan en esta movilización.
Esta mañana de 10 de Mayo, este Día de las Madres10 para ellas es un día más de tristeza, de desesperanza y de soledad en una lucha que no cejarán por encontrar a sus desaparecidos para quienes mantienen aún los brazos abiertos con todo su amor y un dejo de esperanza, muy leve, de volver a encontrarse con ellos.