Se suspendieron tramos de la carrera debido a un despiste en el tramo Mil Cumbres-Huajumbaro, por lo que los autos clásicos y de lujo adelantaron su presencia
En su edición 75, la Carrera Panamericana llegó a uno de los tramos más importantes, legendario y más retadores para los pilotos como es Mil Cumbres, donde sería uno de los puntos para definir los tiempos entre los primeros lugares de la etapa de autos clásicos.
Aunque en esta ocasión se tuvieron que suspender algunos tramos de la carrera debido a un despiste en el tramos Mil Cumbres- Huajumbaro, donde se vieron involucrados los pilotos Emilio Velázquez y Javier Marín, quienes iban en segundo lugar de la carrera.
Derivado de ello, los autos clásicos y de lujo que compiten en la carrera adelantaron su presencia en el primer cuadro sorprendiendo con su velocidad y el rugir de sus motores a propios y extraños que transitaban por la avenida Madero, entre el transporte público y particulares se habrían paso hasta llegar al arco de meta frente a Catedral.
Muchos pilotos conocidos se mostraron contentos de volver a Morelia y poder superar una de las etapas más demandantes y otras nuevas generaciones que señalaban es la primera vez que corrían la Panamericana y que les gustaba lo que veían.
Uno de los favoritos y Campeón vigente, Ricardo Cordero, señaló que han ido remontando y al momento se colocan como los líderes, dónde saldrán con todo durante los próximos tres días, utilizando los conocimientos que tienen de los tramos de Mil Cumbres para tomar a un mayor ventaja; asimismo, reconoció que durante los más de 2 mil kilómetros de recorrido que lleva la Panamericana, les han tocado de todo, desde las muy buenas hasta otras muy malas.
También coincidió en que esta edición ha sido una de las más accidentadas, donde depende de muchos factores como el clima, carreteras y pilotos, pero seguirán compitiendo para quedarse con un nuevo título de la Panamericana junto a su navegante el michoacano Marcos Hernández Valdez.
Pese a que se adelantó la llegada al primer cuadro de la ciudad, en ésta ocasión el acomodo de los vehículos tardo cerca de dos horas, logrando que cientos de personas tuvieran que esperar atrás de las vallas para poder acceder una vez que el último carro cruzo la meta; entre fotos, autógrafos y admiración por los motores los morelianos, como cada año, salieron a disfrutar del paso y exhibición de la Carrera Panamericana.