Advierte que ningún integrante del partido debe comprometer su apoyo hacia otras fuerzas políticas
El Partido de la Revolución Democrática Michoacán (PRDM) confirmó su decisión de contender en solitario por la gubernatura de Michoacán en 2027, teniendo como figura central a Araceli Saucedo, quien se perfila como su abanderada para los próximos comicios.
“El PRD tiene una carta que presentar para el 27, que es Araceli Saucedo, vamos a tramitar sobre ello, hoy habrá un acuerdo para eso”, expresó el dirigente estatal del partido, Octavio Ocampo Córdova.
El líder perredista convocó a la militancia a cerrar filas y respaldar el proyecto político rumbo al 2027, advirtiendo que ningún integrante del partido debe comprometer su apoyo hacia otras fuerzas políticas.
Esta advertencia surge luego de que se registraran intentos de acercamiento con otros partidos por parte de algunos actores internos, lo que llevó a la sustitución de Martín Avilés como representante del PRDM ante el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), debido a que sostuvo reuniones con militantes tanto del Sol Azteca como de otros institutos políticos.
Aunque Ocampo no especificó qué partidos estuvieron involucrados, aclaró que la remoción de Avilés fue una decisión del Comité Estatal y no un acto personal.
Agregó que el cambio obedeció a que el exrepresentante “tomó una ruta particular” que se apartaba de la línea política definida por la dirigencia.
Recalcó que no se trató de imponer o prohibir vínculos, sino de mantener la disciplina interna y respetar el proyecto que encabeza el partido.
Cabe señalar que el PRDM ha sido desairado por las demás fuerzas políticas, pues ninguna lo considera dentro de posibles alianzas, por él contrario le han externado un abierto y franco rechazo.
Su declive se consolidó tras perder el registro nacional, aunado a la traición de Saucedo Reyes en el Senado de la República.
Saucedo llegó a la Cámara Alta con un discurso crítico hacia la Cuarta Transformación y con el respaldo de partidos opositores al poder, sin embargo, una vez asumido el cargo, se sumó a las políticas públicas de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), dando así una “puñalada por la espalda” al Revolucionario Institucional (PRI) y a Acción Nacional (PAN).
