Ellos son los que amagan, ellos son los que la ponen en riesgo, nosotros no, asegura su dirigente estatal, Guillermo Valencia
La alianza tripartita “Va por México” fue electoral y no permanente, defendió el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, al lavarle las manos a su instituto político por la ruptura entre las fuerzas partidistas y acusar a sus supuestos aliados de ponerla en vilo.
En su tradicional conferencia de prensa semanal, aventó la bolita, al acusar a los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de Acción Nacional (PAN) de poner en duda la alianza legislativa y volvió a justificar las acciones encabezadas en el Congreso de la Unión, por los diputados federales y su líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas.
“Creo que en el tema de la alianza legislativa, que es lo que se discute a nivel nacional, quienes la han puesto en duda son los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática y de Acción Nacional, el PRI ha mostrado una postura muy abierta de poder continuar y poder seguir dialogando y construyendo, así que eso habría que preguntárselo a los del PRD y del PAN, porque el PRI no se cierra a la posibilidad de explorar la construcción de una alianza, ellos son los que amagan, ellos son los que la ponen en riesgo, nosotros no”, justificó.
Reiteró nuevamente su apoyo incondicional a la bancada tricolor y a su dirigente nacional, Moreno Cárdenas, quien ha sido acusado públicamente de corrupción, lavado de dinero, ataques contra periodistas, enriquecimiento ilícito, entre otros.
Valencia Reyes, minimizó el actuar de la fracción parlamentaria priísta, al señalar que la iniciativa presentada sobre la Guardia Nacional (GN), no es una reforma constitucional y por lo tanto, afirmó que solo es una modificación a un transitorio de temporalidad que permite que las fuerzas armadas acompañen en las tareas de seguridad.
Opinó que, el tema de seguridad, no debe politizarse y acusó a sus otrora aliados, de actuar de forma “mezquina”, al priorizar intereses partidistas que el bien de la nación.
