Afirma que la impunidad, en casos como el de Hipólito Mora, ha envalentonado a los grupos criminales; la mejor forma de honrar a Bernardo Bravo es no quedarnos callados
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) exigió cancelar la sesión solemne prevista en Apatzingán con motivo del natalicio de José María Morelos y Pavón, al considerar que el asesinato de Bernardo Bravo Manríquez —líder limonero de la región— impide cualquier celebración.
El dirigente estatal, Guillermo Valencia Reyes, condenó el homicidio y acusó al Gobierno del Estado de simular resultados al anunciar la captura de un presunto implicado.
Aseguró que la Fiscalía no cuenta con pruebas contundentes y que el caso se utilizó como un montaje mediático.
“El fiscal ya dejó claro que no hay forma de comprobar que el detenido tenga relación con el homicidio. Fue un montaje para aligerar la carga de responsabilidad”, sostuvo el también diputado, al recordar que esa estrategia era común durante la administración del exfiscal Adrián López Solís.
Valencia destacó que Bravo representaba una de las últimas voces que denunciaban las extorsiones y cobros ilegales que enfrentan los productores de limón en Tierra Caliente, quienes desde hace más de diez años viven bajo el control del crimen organizado.
“No puedo creer que alguien con ese nivel de amenaza solo tuviera dos escoltas”, lamentó.
El legislador priista afirmó que la impunidad en casos como el de Hipólito Mora ha envalentonado a los grupos criminales y reveló que cada día son menos los ciudadanos que se atreven a enfrentar esta violencia.
Para el dirigente tricolor, los ideales de Morelos han sido traicionados.
“No hay nada que celebrar, los ideales de Morelos han sido sepultados porque no hay justicia”, declaró.
Valencia reafirmó su compromiso de exigir justicia y continuar con la denuncia pública.
“La mejor forma de honrar a Bernardo Bravo es no quedarnos callados”, concluyó.