Si toma una lectura equivocada de los resultados obtenidos, no sólo provocará que el PRI conserve la Presidencia de la República, sino que abonará al desprestigio de la izquierda
Académicos coincidió en que supuesta fortaleza mostrada por los resultados obtenidos por el Partido de la Revolución Democrática el pasado 4 de junio es “más ficticia que real”, ya que realmente no resuelven nada de la crisis interna y que en caso de buscar una alianza para las elecciones del 2018 será complicado, pero si optar por ir con el blanquiazul, el partido se terminará por desdibujar.
Así se señala en una información del diario EL ECONOMISTA que se reproduce a continuación:
La supuesta fortaleza mostrada por el PRD en las elecciones del 4 de junio, en las que obtuvo 1 millón 340,131 votos, es más ficticia que real, pues resultados de esa envergadura no son suficientes para resolver las confrontaciones internas ni es garantía de que rumbo al 2018 será un partido competitivo, plantearon analistas políticos.
El doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid de España, Anselmo Flores, planteó que si se considera que hace algunos meses el Partido de la Revolución Democrática era un cascarón y un instituto político casi sin militancia, los resultados obtenidos en la pasada jornada electoral son favorables.
En el Estado de México, logró ubicarse en tercer sitio con su candidato Juan Zepeda, en Nayarit compitió en alianza con el PAN, juntos obtuvieron la gubernatura, mientras que en Veracruz triunfó igual junto a Acción Nacional en 112 municipios y en total en los cuatro estados con elección consiguió 1 millón 340,131.
Sin embargo, dijo que esa fuerza es ficticia, el PRD está sobrevalorado en términos políticos. “La fortaleza difundida tras el resultado electoral es más ficticia que real. Un triunfo de esta cuantía no es suficiente para resolver las perennes divisiones y confrontaciones internas entre las corrientes del PRD”.
El también analista político expuso que si el sol azteca toma una lectura equivocada de los resultados obtenidos no sólo provocará que el PRI conserve la Presidencia de la República sino que abonará al desprestigio de la izquierda. Agregó que un resultado electoral favorable en el actual contexto por el que atraviesa el partido sólo da tregua para un nuevo capítulo de deliberación o confrontación a su interior.
“En los próximos meses se volverá a observar el conflicto que está latente en el PRD; en particular, ante la disyuntiva de aliarse con el PAN o Morena o ir solos en la elección presidencial”.
Estos resultados a quien sí le sirven, comentó, es a la lideresa del partido, Alejandra Barrales, pues tiene garantizada la dirigencia hasta octubre próximo, mes en el que termina el periodo para el que había sido electo Agustín Basave y al cual remplazó la también senadora de la República. “Considerando que hace unos meses era unánime la petición, por parte de sus militantes, de su partida como presidenta del PRD, en estos momentos está segura en el cargo”.
IZQUIERDA DIVIDIDA NO ES COMPETITIVA
Para Juan Luis Hernández, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, si el PRD y Morena optan por ir separados en el proceso electoral del 2018, las posibilidades de ganar se disminuyen considerablemente, como sucedió en el Estado de México, pues, dijo, si ambos partidos hubieran optado por contender en alianza, hoy se hablaría de alternancia en territorio mexiquense.
Sin embargo, el académico considera que el escenario para concretar esas alianzas se vislumbra complicado, pues por un lado los liderazgos perredistas, particularmente los conocidos como los Chuchos, están más cerca de apoyar una coalición con Acción Nacional que con Morena, y, por el otro, el líder del Movimiento de Regeneración Nacional quiere una alianza que implique cierta subordinación.
“Los liderazgos del PRD están dispuestos a sentarse con el PAN más que con Morena porque evidentemente, digamos, en el caso de Morena, el mensaje que ha mandado López Obrador es que es una alianza de subordinación, evidentemente del PRD a Morena, no una alianza en la que haya una mayor horizontalidad, creo que por eso se ve complejo”.
Expuso que las discusiones de ir o no en alianza y con quién seguramente generarán en los próximos meses enfrentamientos al interior del PRD y, en caso de optar por ir con el blanquiazul, el partido se terminará por desdibujar.
El académico coincidió en que los resultados obtenidos por el partido del sol azteca el pasado 4 de junio realmente no resuelven nada de la crisis interna.
“El nivel de crisis del PRD me parece que es estructural, lo que vimos en el caso de Juan Zepeda fue una candidatura exitosa, pero no me parece que sea algo que salve la crisis estructural que está atravesando el PRD”.