EN MORENA, NEPOTISMO Y CORRUPCIÓN
El Consejo Nacional de Morena acordó adoptar, a su manera, los lineamientos propuestos por la presidenta Claudia Sheinbaum donde pide acabar con el nepotismo, llevar una vida austera, no aliarse con el crimen organizado y evitar descalificaciones entre militantes.
Y digo “a su manera”, porque de última hora y sin ninguna explicación, la dirigencia nacional de Morena borró de sus nuevos lineamientos, elaborados en base al decálogo que les envió la presidenta Sheinbaum, la orden a servidores públicos y militantes de suspender cualquier inicio de proselitismo adelantado; acción que los morenos no están dispuestos a acatar.
Y aunque hayan acordado reglas como no heredar el mismo cargo de elección a familiares, no reelegirse, no realizar campañas negras contra compañeros y no condicionar el voto, en la práctica, estos vicios arraigados en Morena, base de sus acuerdos políticos, seguirán siendo la práctica común, ignorando la instrucción presidencial.
Un partido de estado entra en crisis, cuando grupos a su interior se disputan, a cualquier precio, el control económico y político del movimiento, ya que no solo quieren conservar sus privilegios, sino ampliarlos.
Es tan evidente la corrupción, el nepotismo, la soberbia con que están gobernando los emanados de Morena y sus funcionarios, que la misma presidenta Claudia Sheinbaum tuvo que intervenir para frenar la ambición de los morenos.
En estos tiempos esterales de la 4T, el mal gobierno, la corrupción, la vinculación con grupos criminales y el negocio que se puede hacer al amparo del poder, son sus principales características, no solo en Michoacán, sino en todo el país.
Si es verdad que la presidenta nunca ha tenido el control de Morena, es hora de intentarlo, pues mientras Claudia Sheinbaum no tenga el control de su partido, sus recomendaciones, léase instrucciones, serán ignoradas por el grupo mafioso que controla al guinda y que está por encima del poder presidencial.
