EL JITOMATE
En el municipio de Senguio, la producción de jitomate es una actividad agrícola significativa, aunque a menor escala comparada con otros municipios líderes del estado.
Según reportes recientes, un productor local cultiva alrededor de tres hectáreas de jitomate, con una inversión aproximada de 900 mil pesos para toda la temporada, que suele durar tres meses entre octubre y diciembre.
Durante ese periodo, se pueden llegar a producir hasta 50 toneladas, que se comercializan principalmente en la Central de Abastos de Toluca, a unos 160 km de distancia. El precio por caja varía entre 100 y 300 pesos, dependiendo la demanda.
Sin embargo, factores como las lluvias intensas y los aranceles del 17.09% impuestos por EE.UU. han afectado la rentabilidad de los pequeños productores, obligándolos a vender más en el mercado nacional, donde los precios tienden a caer.
Aquí, la aplicación de los aranceles de Trump, impactará las 56 regiones de productores de la zona, ya que, al volverse el jitomate michoacano más caro en Estados Unidos, reduce su competitividad frente a otros países, principalmente a los productores de jitomate de la Florida.
Aunque Michoacán exporta cerca de 140 mil toneladas al año, el nuevo arancel podría disminuir ese volumen y al no poder exportar fácilmente, más jitomate se queda en el país, lo que puede bajar los precios locales y afectar la rentabilidad.
Pero lo más grave es la posibilidad de perder cerca de 100 mil empleos en el país si la situación se prolonga.
Ante ello, el gobierno mexicano debe diversificar el mercado, explorando otros destinos como Japón y Corea del Sur, para reducir la dependencia de Estados Unidos.
También deben buscar el procesamiento agroindustrial, impulsando la creación de plantas para convertir el jitomate en salsas, purés y conservas, generando valor agregado.
Y por supuesto, no debe faltar el subsidio a los pequeños productores, además de ofrecerles asistencia técnica y empleos temporales para los jornaleros afectados.
El secretario de Agricultura de Michoacán afirmó que el estado puede redirigir su producción al mercado nacional, minimizando el impacto inmediato. Sin embargo, los municipios exportadores como Yurécuaro y Tanhuato podrían sentir más presión.
Esta la situación que habrán de afrontar los productores a partir del próximo primero de agosto, situación que afectará a productores y consumidores por igual.