LA FOTO
Una foto dice más que mil palabras…
Este dicho popular se aplica y sintetiza la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Michoacán el día de ayer, al acudir a un mitin político de Morena -al que no fue convocado la autoridad municipal, por no pertenecer a ese partido-, pues al término del mismo, la presidenta saludó de manera muy efusiva al senador Raúl Morón.
Teniendo al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla a su espalda, la mandataria aprovechó la muestra de afecto mostrada por el senador michoacano, para hablarle algo al oído, decirle un secreto, pero tuvo que ser algo muy importante porque la presidenta ocultó sus labios con su mano al acercarse al oído de Morón.
El que la presidenta haya actuado de esa manera, no fue casualidad, como tampoco lo fue hacerlo tan evidente en un acto público frente a los ojos de todos los morenistas del estado.
Si consideramos que en política la forma es fondo, el evento, evidenció la ruptura existente entre el grupo político del gobernador Ramírez Bedolla y el que encabeza el senador Raúl Morón.
El ya famoso “secreto”, tiene muchas interpretaciones políticas; una de ellas: Morón no fue invitado al presídium, estaba tras una valla; la otra y tal vez la más importante, el mensaje que envía la mandataria a todas y todos los aspirantes a la gubernatura del grupo político de Bedolla.
El mensaje fue más que claro, habrá que ver si se serenan las morenas y los morenos.
Por otra parte, la supuesta gira informativa sobre el primer informe de Sheinbaum fue un mitin selectivo, convirtiéndolo en un burdo acto partidista, pues se supone debería ser un informe para todos los mexicanos, no solo para los militantes de Morena.
No hay respeto ni consideración a las autoridades emanadas de otros partidos, eso pasa solo en las dictaduras.